Ceuta deja de estorbar en las relaciones entre PP y Vox

La dirección nacional del PP encauza la crisis abierta con Vox, su único socio posible para alcanzar el Gobierno español, sin aludir al agitado escenario político que la formación de extrema derecha, enfrentada al popular Juan Vivas, ha alentado en Ceuta.

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photo_camera El líder de Vox, Santiago Abascal, durante una de sus últimas visitas a Ceuta (C.A./ARCHIVO)

El PP confía en que el nuevo curso político que comenzará en septiembre arranque con el apaciguamiento de su socio potencial y nunca reconocido. “El Gobierno será con Vox o no será”, advertía este mes la diputada al Congreso por la formación de extrema derecha, Macarena Olona, en lo que venía a ser el recordatorio de lo que cada vez más resulta una evidencia: cualquier gobierno que los populares aspiren a constituir pasará necesariamente por un acuerdo con los de Abascal.

Ceuta se ha convertido en el inesperado escenario de la puesta en escena de las amenazas de Vox al único partido que, ante la intrascendencia hacia la que se encamina Ciudadanos, está dispuesto a alcanzar algún tipo de pactos con la extrema derecha española. El acuerdo adoptado por la Asamblea de la Ciudad para declarar “persona non grata” a Santiago Abascal, presidente de Vox, ha servido a la formación de ultraderecha para volver a recordar al PP que es el único socio que le queda disponible.

El anuncio de que Vox rompía relaciones con el PP por lo sucedido en Ceuta, más tarde atemperado, delimita el equilibrio de poder en la derecha española al tiempo que pone en cuestión la coherencia de los populares.

Todos los líderes del PP han recurrido durante los últimos días al argumentario proporcionado por el partido, según el cual el presidente Juan Vivas, pese a ordenar a su grupo  abstenerse en la votación, ya había mostrado su oposición a que la Asamblea declarara non grato a Abascal. Vivas, efectivamente, ha sostenido en diferentes ocasiones que existían otros cauces para reprobar las declaraciones en las que el líder nacional de Vox señalaba a los españoles musulmanes de Ceuta como “quintacolumnistas”.

El PP nacional, sin embargo, ha eludido pronunciarse sobre esas manifestaciones de Abascal en Ceuta que, según Vivas, alientan la ruptura de la convivencia en la Ciudad. Tampoco ha respaldado de manera expresa al presidente ceutí en su tajante rechazo a la cantinela de Vox que identifica a los diputados musulmanes Mohamed Alí y Fátima Hamed como políticos al servicio de Marruecos. Ni ha hecho referencia a la advertencia lanzada por el presidente ceuti a su partido de que dimitiría antes de retractarse de lo votado por los populares ceutíes en la Asamblea.

Un indicio de que las aguas están volviendo a su cauce en las relaciones PP-Vox puede encontrarse en la decisión anunciada por los dirigentes de la formación de extrema derecha en la ciudad de que renuncian a presentar una propuesta de revocación de la decisión adoptada por la Asamblea. Las rencillas vuelven a quedar confinadas en el escenario político local. Vox-Ceuta ha vuelto a reiterar que no retomará relaciones con el PP de Juan Vivas. Lo que no estorba en modo alguno al entendimiento entre Casado y Abascal.

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