Con siete horas de debate a las espaldas teñidas de tórridos y repetitivos discursos. Con el desistimiento por parte de muchos de los presentes de su inviolable momento del día (la siesta) y un raudo predecesor en el estrado que deslizaba en sus acciones la inquietud por llegar cuanto antes su punto y final, tomaba la palabra el portavoz de Ceuta Ya! que echó abajo las apuestas de los que tiraron todo al negro por los discursos ágiles en la sesión vespertina.
A Mustafa ni el Ramadán ni la siesta le quitaron ni un ápice de energía para entrar a debatir la primera de sus propuestas de resolución “tirándose al ruedo y lanzándose a tortas contra todos”, parafraseando lo dicho minutos más tarde por el portavoz popular, Carlos Rontomé.
El de los localistas subía enfadado, cabreado, indignado y echando humo por las respuestas que habían resonando en la sesión matutina negando el “racismo estructural” al que él mismo se refirió en su primera intervención del debate. Precisamente, la primera de sus dos propuestas iba encaminada a la creación de un foro de estrategias para el fomento de la interculturalidad, pero el portavoz de Ceuta Ya! se adelantó a las intervenciones del resto de grupos, planteando la retórica de que quizá debería retirarla del orden del día, presuponiendo, según sus propias palabras, que ni populares ni socialistas la avalarían.
Mustafa ha sido crítico, incluso agresivo, si cabe comparación con su habitual sosegado tono. Contra el PP, de alinearse con la extrema derecha por negar el racismo estructural. “Es indecente que sigan usando el discurso tan burdo de la convivencia idílica cuando existe un partido que hace del racismo su espina dorsal y consiguió acceder al Pleno de la Asamblea”, les recriminaba. Contra el PSOE, más de lo mismo, comparaciones con Albert Rivera incluidas, por manifestar su portavoz que el debate lo centraría en “ciudadanos y no en culturas y religiones”.
Los localistas proponían con esta iniciativa crear un instrumento para “disminuir” los distanciamientos sociales. “Para luchar contra el prejuicio y contra el racismo”. Pero para Mustafa si no existe un problema no se pueden articular instrumentos para paliarlo, combatirlo y exterminarlo. Y la negación, presupuesta para el de Ceuta Ya!, de las dos principales formaciones del pleno hacía inviable su propuesta.
Sin embargo, para sorpresa posterior, los aludidos- Juan Gutiérrez por el PSOE y Carlos Rontomé del grupo popular-, negaban esas acusaciones previas intentando justificar las posturas adoptadas durante el transcurso del debate.
“Nosotros siempre hemos apostado por la convivencia, que pensemos que no haya racismo estructural, no quiere decir que no apostemos ni por la convivencia ni por no reconocer el racismo y luchar contra él”, reconocía el portavoz del PP, para acto seguido anunciar su voto favorable, que facilitaba la aprobación de la propuesta, la cual contaba tan solo con los cuatro votos negativos de la extrema derecha.
También con la postura enfrente de los de Redondo, y el aval del resto de la Asamblea se ha encontrado la segunda de sus propuestas de resolución que, por suerte para los presentes, ha destacado por su celeridad. En apenas cinco minutos, si acaso alguno más, proponente y resto de grupos se han ventilado la casi unanimidad de estar a favor para construir un foro de debate para diseñar la Ceuta del futuro. Abstracto, y con más de una incógnita sobre la naturaleza que envuelve al proyecto propuesto, pero sobre la que nadie se ha lanzado a indagar o repreguntar. Tan solo una idéntica apuesta para congregar a todo el tejido social caballa al objeto de que propongan el modelo de ciudad con el que desearán levantarse mañana.
Las propuestas de Ceuta Ya!: Un foro para el fomento de la interculturalidad
“Son los musulmanes más malos, más delincuentes o más vagos”, lanzaba Mustafa, quien dejaba esas cuestiones en el aire para justificar cómo los discursos del odio se dirigen en una sola dirección, para crear en la conciencia colectiva una idea sobre determinados colectivos.
Precisamente, para combatir ese tipo de prejuicios y acortar las distancias sociales, los localistas han propuesta la creación de un foro compuesto por toda la ciudadanía en el que combatir y atajar los mensajes que tan solo juzgan por razón de raza o religión.
Espacio de debate sobre la Ceuta del futuro
“Si se saca una conclusión de todas las intervenciones es que vivimos unos momentos históricos que debemos aprovechar y en esa filosofía esto no es un puto de llegada sino de partida”, comenzaba su última intervención Mustafa, para instar al Gobierno a crear un espacio de debate en el que esté representado todo el tejido social de la ciudad. ¿Su finalidad? Compartir ideas, opiniones, deseos y pretensiones sobre qué ciudad se desea para mañana.
Un debate participativo, sincero y riguroso, en el que definir “un tipo de sujeto colectivo”. Una Ceuta que todo el mundo deseé, ha aclarado el de los localistas, que no toque nichos en los que ya trabajan otros foros como el encargado del Plan Estratégico.
