El día en el que el mundo entero salía a la calle y se revolvía contra Rusia con un claro mensaje de ‘no a la guerra’, el presidente de Vox, Juan Sergio Redondo, y su portavoz en la Asamblea, Carlos Verdejo, le daban la espalda a la respuesta de la sociedad y se alineaban con Putin a través de mensajes en sus respectivas redes sociales.
Los hilos en Twitter reflejaban hora del medio día del sábado. Apenas 24 horas más tarde, quien quisiese encontrar cualesquiera de las dos cuentas en la conocida red social se encontraba con el siguiente mensaje: “Esta cuenta ya no existe”.
¿Decidieron los políticos de la ultraderecha ceutí eliminar sus cuentas ante el avasallamiento de críticas por sus opiniones vertidas? ¿Recibieron órdenes superiores de borrar todo rastro? ¿Fue la propia red social la que le puso el candado?
En teoría, todas esas posibilidades quedan descartadas, al menos, según su gabinete, que apunta a un “hackeo” de las mismas.
Al parecer, algún que otro tuitero ha decidido ahorrarle al mundo manifestaciones públicas como: “(Rusia) Solo pide respeto para sus fronteras. Algo que ni Estados Unidos, ni la Unión Europea ni la OTAN están haciendo. Ya está bien de provocar y después intentar aparecer como víctimas. La guerra es algo muy serio”, le contestaba a otro usuario el líder ceutí de la ultraderecha, que elegía bando posicionándose y defendiendo la actuación del presidente ruso.
