Las últimas actuaciones de Mabel Deu han golpeado duramente al Gobierno y al presidente Vivas

Errores y argucias de una vicepresidenta

Los problemas no dejan de acechar a la vicepresidenta del Gobierno local, Mabel Deu, que no atina a dar con la tecla para solucionarlos, creando situaciones que en la mayoría de los casos afean la acción de gobierno y que, además, dañan de manera clara a la figura del presidente Vivas.

La vicepresidenta y consejera de Presidencia y Gobernación, Mabel Deu (C.A./ARCHIVO)
photo_camera La vicepresidenta y consejera de Presidencia y Gobernación, Mabel Deu (C.A./ARCHIVO)

Lo sucedido en el caso del nombramiento del gerente de la Radio Televisión Ceuta, culpando claramente a los socialistas del mismo, o la patética actuación en cuanto a la creación de la Subdirección de Presidencia y Gobernación, incluido el proceso de nombramiento de la persona para al cargo vienen a poner de manifiesto la ineficiencia del Gobierno de Vivas y la de su presidenta, que es la persona que firma los decretos sobre este particular en este último caso.

Las consecuencias para el Gobierno han sido más que importantes y el desgaste ya se comienza a pasar factura cuando apenas se han cumplido cien días de gobierno.

Pero esta ineficiencia no es algo nuevo en el proceder de Mabel Deu, que se cobijó a la sombra de Pedro Gordillo, su verdadero mentor, y luego a la del presidente Vivas, usando todo tipo de argucias para mostrarse como ejemplo de lealtad y compromiso. Y ello le ha dado sus frutos.

En la últimas elecciones ocupó el número dos de la lista y, además, el presidente en sus intervenciones públicas glosaba su figura hasta el punto de llegar a decir que tenía capacidad para ser presidenta de la Ciudad, algo que generó el debate sobre si lo que Vivas pretendía transmitir era dar entender que la ahora vicepresidenta sería su sucesora.

La ineficiencia queda demostrada cuando acaparó el plan de inversiones encargado a la empresa Tragsa. Todo dejó de funcionar. Y las pruebas hablan por sí solas. Ningún encargo se ha ejecutado ni en forma, ni en precio ni en plazo sobre lo inicialmente decretado por los consejeros que hicieron los mismos. La muestra más palpable, lo sucedido con las obras de la Gran Vía.  Hechos, que como se cita arriba, no son novedosas y ahí está la obra de la antigua Estación de Ferrocarril, dirigida por la vicepresidenta durante 10 años y que sigue sin rematarse, aparte de los incrementos del precio final.

Tampoco se le conoce por intervenciones brillantes, No se recuerda alguna intervención suya de un mínimo interés en algún foro, más bien salidas de tono, ofuscaciones y espantadas frente a la legítima y sana crítica de cualquier adversario.

Desde luego malos tiempos corren y correrán para el presidente Vivas, que debería despegarse de ayudantes que con sus actuaciones y acciones pueden destruir su imagen.

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