La manera de prestar el servicio es fruto de una relación de camaradería, ha dicho Aróstegui. Es un servicio esencial que no puede estar en manos privada, ya que contempla servicios que no pueden ser rentables.
Lo que pasa aquí es que al no haber pliego de condiciones, las decisiones se toman por parte de la empresa bajo el prisma de la rentabilidad, ha dicho diputado de Caballas.
Los autobuses son antiguos en Ceuta, mientras que en otras ciudades utilizan las últimas tecnologías. Aróstegui ha detallado todas las circunstancias negativas que concurren en el servicio de autobuses, insistiendo en que la Ciudad no hace nada y se conforma.
Aróstegui ha seguido apostando por la municipalización del servicio y ha dicho que “ya vamos muy tarde para la licitación del servicio, que se acaba en el mes de septiembre de 2019”. Ha criticado que el Gobierno no haya hecho nada. El servicio necesita un cambio. Caballas pide un servicio de autobuses acorde a los tiempos que vivimos.
El consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, le ha respondido a Aróstegui que la interpelación está plagada de inexactitudes, corrigiendo que la última concesión fue de 1994.
La empresa tiene la obligación de prestar servicios aún en líneas deficitarias, intentando contrarrestar las palabras de Aróstegui.
Hachuel ha avanzado que en el nuevo pliego de condiciones se van a recoger que los autobuses del servicio cuenten “con las modernidades que dice usted”. El servicio tendrá que contar con una app y se recogerá en el nuevo pliego, que actualmente redacta Procesa. Ha negado que el Reglamento no se cumpla.
El 71% de las ciudades de entre 50.000 y 100.000 habitantes el servicio de transportes está en manos privadas. Algunos estudios desaconsejan la municipalización, ha dicho el consejero.
La municipalización no es aconsejable, ha dicho Hachuel, que ha reconocido que los autobuses actuales están obsoletos, aunque dentro de unos meses se hará la licitación.
Aróstegui ha insistido que la empresa carece de un pliego de condiciones. Ha puesto ejemplos sobre que la empresa retira y activa servicios a su antojo. “No es discutible que es la empresa la que decide los itinerarios y los horarios”, ha manifestado.
El de Caballas ha reprochado la falta de creencia del Gobierno en lo público, que puede funcionar perfectamente.
El consejero le ha espetado a Caballas que la municipalización es “un retroceso”, y ha negado que “estemos demonizando lo público”.
