El eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas, encuadrado ahora en el antiguo grupo de los liberales europeos, renombrado como Renew Europe, adquirió en mayo de 2021 una dimensión enorme para Ceuta y Melilla. A raíz de llegada por el Tarajal de miles de marroquíes, mucho menores, promovió una resolución del Parlamento Europeo, que dejó a las claras a Marruecos que no estaba presionando a España con menores, lo estaba haciendo a la propia Unión Europea. Una resolución que salió adelante a pesar de las enormes presiones a los propios europarlamentarios de los grupos de presión marroquíes afincados en Bruselas, tal y como relata en esta entrevista.
Tras aquel primer paso, Cañas decidió encargar una auditoría para analizar desde un punto de vista técnico y jurídico, pros y contras y procedimientos a llevar a cabo sobre tres cuestiones que pueden ser claves para el futuro de Ceuta y Melilla: la incorporación a la Aduana Comercial, la eliminación de la excepción Schengen y la equiparación de ambas ciudades a la catalogación de la que gozan las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea. Todos ellos procesos complicados y todos ellos procesos que para iniciarse requieren de la iniciativa del Gobierno de España ante la Unión Europea.
Cañas sabe, y así lo cuenta también en la entrevista, que ambas ciudades no existen hoy por hoy en la agenda de Bruselas, por eso decidió presentar el informe en “el corazón de Europa”, en el Parlamento Europeo “para poner en el radar europeo a Ceuta y Melilla” o al menos intentarlo. Su posición, que no recoge el informe que es básicamente técnico es que tanto Ceuta como Melilla deberían apostar por dar esos tres pasos para afianzar su pertenencia a la Unión Europea y desterrar cualquier tentación por parte de Marruecos, “pero eso no es suficiente”, subraya, hacen falta inversiones claras que ayuden a mitigar los impactos negativos de cambiar el actual equilibrio de esas ciudades, que también los hay y están recogidos en el informe, para que mientras se muda de una situación a otra y se restablece el equilibrio, las economías de ambas ciudades no se resientan. Todo eso está puesto en el informe. La idea fundamental es no volver a depender de un tercero, del que Cañas no se fía. Es Marruecos, pero también es Rusia, con la que hace un paralelismo.
El eurodiputado se siente además honrado de la iniciativa que tomó el pasado año en pro de Ceuta y está seguro que a pesar de las muchas aportaciones importantes que ha realizado desde que está en Bruselas, esa será la que más huella deje, dado que con las resoluciones del Parlamento Europeo pasa que cada vez que alguien vuelva a hablar de Marruecos se citará aquella.
