El juez archiva la causa de los "whatsapps" de Vox porque no ve un delito de odio a los musulmanes

Un grupo de Whatsapp del partido recogía expresiones denigratorias de los ritos de la religión musulmana y alusivas a la existencia de una presunta “islamización” de la ciudad. "Vamos a tragar moros por cojones" era una de ellas. 

Los diputados de Vox Juan Sergio Redondo (izqda) y Carlos Verdejo (CEDIDA)
photo_camera Los diputados de Vox Juan Sergio Redondo (izqda) y Carlos Verdejo (CEDIDA)

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 ha ordenado el sobreseimiento libre y el archivo de la causa abierta por los denominados “whatsapps de Vox”. El juez no ha encontrado indicios de la comisión de un delito de odio contra los musulmanes ceutíes en el contenido de los mensajes intercambiados por los dirigentes del partido en un grupo de Whatsapp y publicados por “El Foro de Ceuta” el 27 de enero del pasado año. El proceso se abrió a raíz de la denuncia interpuesta por MDyC después de que los mensajes salieran a la luz pública.

El Juzgado ya sobreseyó el caso, decisión que recurrió la Fiscalía, pero hubo de reabrir las investigaciones después de que la Audiencia Provincial revocara su resolución e instara a practicar nuevas diligencias.

En su auto, el juez estima que las expresiones vertidas por los dirigentes de Vox no suponen un “ataque directo” a los sentimientos religiosos de los musulmanes. “Las expresiones y mensajes (…) no tienen razón de ser atacar a un colectivo o personas en concreto, no tienen razón de ser atacar a un colectivo en sí o si se trata de una personal individual su pertenencia al mismo (sic)”, se sostiene en la resolución.

En los mensajes origen del litigio se afirmaba, entre otras expresiones: “Vamos a tragar moros por cojones”, “La Tercera Guerra Mundial tendrá que empezar algún día y será contra el islam”, “No es para nada extraño que al final haya que combatir militarmente” y otras denigratorias de los ritos de la religión musulmana y alusivas a la existencia de una presunta “islamización” de la ciudad.

La resolución considera que “el presunto menosprecio hacia el colectivo de los musulmanes no está mínimamente probado”.

El juez argumenta en sus razonamientos jurídicos el “contexto político” en el que se produjo la filtración de los mensajes, y alude a la ruptura del grupo parlamentario de Vox, con el abandono de dos de sus diputados, y las negociaciones que el PP mantenía en minoría para sacar adelante los presupuestos municipales. Con esta premisa, la sentencia concluye que en este “contexto político” “el derecho a la libertad de expresión debe alcanzar una mayor amplitud”. ““No se debe correr el riesgo de hacer del derecho penal un factor disuasorio del ejercicio de la libertad de expresión”, mantiene el juez.

En el auto, el juez alude a un informe policial que sostiene que en los terminales de los investigados no hay indicios de los mensajes.

La resolución ha servido a los dirigentes de Vox para denunciar la existencia de una “campaña de juicio mediático” contra el partido y sus dirigentes, en la que, según sostiene en un comunicado, habría colaborado MDyC. La formación de extrema derecha ha anunciado que se reserva el derecho de  interponer acciones judiciales contra el partido de Fátima Hamed.