LA REITERADA VULNERACIÓN DE LA NORMA CONVIERTE LOS PLENOS EN CITAS CAÓTICAS

Nadie hace caso al Reglamento

La falta de control sobre el tiempo de las intervenciones de los diputados ha obligado a suspender el pleno extraordinario programado tras la sesión de control al Gobierno celebrada esta mañana.

pleno
photo_camera Los diputados, durante una sesión plenaria de la Asamblea (C.A.)

La flexible interpretación del Reglamento de la Asamblea ha vuelto a generar hoy una situación anómala que ha obligado a la suspensión del pleno extraordinario en el que debería de haberse debatido la modificación de la ordenanza del Impuesto a la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI).

El pleno se había hecho coincidir con la sesión de control al Gobierno, que debía precederlo. La larga duración de éste ha impedido la celebración de la sesión extraordinaria, que ha tenido que ser aplazada.

La ausencia de control sobre el tiempo del que disponen los diputados para sus intervenciones ha convertido los plenos de la Asamblea en una cita plagada de incertidumbres. Desde hace varios meses, y tal como ocurría ayer mismo, los diputados se muestran incapaces de agotar el orden del día de la sesión, con lo que se ha hecho norma que varios de los puntos que debían debatirse en un pleno se acaben incluyendo en la convocatoria del mes siguiente.

Precisamente, el diputado de Caballas Mohamed Alí reprochaba ayer al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, su laxa interpretación del Reglamento. Hoy ha sido Vivas quien ha censurado al parlamentario de la coalición Juan Luis Aróstegui su inclinación a no respetar la duración de las intervenciones. “Hay que aguantarle, es lo que nos ha tocado”, se lamentaba Vivas con resignación.

Aróstegui, a su vez, ha criticado a Vivas por las reiteradas vulneraciones del Reglamento de las que le ha hecho responsable. El diputado ha argüido, como ejemplo, que el pleno extraordinario previsto para hoy había sido convocado de manera irregular ya que no figuraba la hora en la que había de comenzar la sesión, tal y como se exige reglamentariamente.