La política de nombramientos que está llevando a cabo por parte de la Delegación del Gobierno no es comprendida ni compartida en el seno del partido, máxime cuando la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, y su jefe de gabinete, Juan Hernández, según fuentes consultadas, han decidido contar para puestos importantes con personas que militan o han militado en otras formaciones políticas, como pueden ser Caballas e, incluso, el propio Partido Popular.
La brecha cada vez se hace más grande y ha tenido su punto álgido a la elección como director médico de Atención Primaria al que fuese número cuatro de la lista de Caballas en las elecciones de 2011-2014. El doctor fue diputado en la Asamblea de la Ciudad de Ceuta en ese periodo por la formación que lidera Mohamed Alí, un caso parecido al que ha sucedido con el director provincial de Educación, Javier Martínez.
Mohamedi Abdelkader Maanan, que ya ocupó el puesto de coordinador de equipos de Atención Primaria del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa), fue la gran novedad de la candidatura electoral con la que Caballas concurrió a las elecciones del 22 de mayo de 2011
En el seno del partido no dan crédito a lo que está sucediendo, ya que muchos entienden que parece que dentro de la formación no hay personas lo suficientemente preparadas como para ocupar estos cargos. Según algunos testimonios, en el caso del nombramiento del director provincial de Educación ha primado un presunto compromiso personal de la delegada.
Tampoco hay caído nada bien en la actual ejecutiva del PSOE ceutí que se haya mantenido en sus puesto a algunos afiliados del Partido Popular, como puede ser el caso, por citar una ejemplo, de la responsable de Fomento de la Delegación del Gobierno, o que siga al frente del SEPE una persona que al parecer no tiene ninguna relación con los socialistas, según explican fuentes del partido.
Otra cuestión que no ha pasado desapercibida ha sido el nombramiento del secretario de Organización de los socialistas ceutíes como nuevo director del Instituto Social de la Marina. Este hecho ha incrementado aún más el divorcio existente entre la delegada del Gobierno y su, que puede que a partir de ahora no cuente con el mismo apoyo que venía disfrutando hasta ahora por parte de las altas instancias, y el partido al que pertenece.
Las relaciones, es evidente, desde que Salvadora Mateos se convirtiese en inquilina de la Plaza de los Reyes, no han sido buenas con los actuales dirigentes del partido, aunque a medida que se están produciendo los nombramientos de cargos la tensión va en aumento, un hecho que no beneficia en nada a la formación de cara a conseguir sus objetivos en Ceuta.
Hay una pregunta que pulula en muchos corrillos. Son muchos los que desconcen los motivos por los que no fue nombrado delegado del Gobierno de Ceuta ese funcionario de la Embajada de España en Rabat, en el que, al parecer, se había pensado como candidato al cargo.
