El consejero de Medio Ambiente, Emilio Carreira/ C.A.
“No soy capaz de ser neutro; no me va”. La franqueza y la asertividad de las que se jacta el popular Emilio Carreira van emergiendo a cada paso de una conversación cuajada de afirmaciones sorprendentes, desconcertantes, estremecedoras y reveladoras, según el tono y el asunto.
Su visión particular sobre la naturaleza de la sociedad ceutí llama poderosamente la atención en una ciudad donde las reflexiones sobre las quiebras en la convivencia entre las dos grandes comunidades constituyen un tabú. En esto, Carreira se conduce con la coherencia de quien dice abominar de las actitudes neutras. Sus consideraciones resultan, cuando menos, singulares. Controvertidas, en todo caso.
Este viejo militante del PP previene de la existencia de quienes quieren para la ciudad “otros proyectos distintos”. “Hay quien quiere cambiar Ceuta para poder cambiar el gobierno pues saben que si no cambian Ceuta, no podrán cambiar el gobierno. Pero la quieren cambiar sociológicamente: por eso piden fronteras abiertas”, advierte.
Carreira se detiene, recurriendo a una retórica que aspira a ser didáctica, en la definición de la esencia de la ciudad y acuña el término “entorno natural” para acometer la tarea. “Queremos una ciudad integrada en su entorno natural, y su entorno natural es Occidente. La civilización occidental, la que yo defiendo como la más libre y próspera del mundo. Hay quien se siente orgulloso de otras cosas. Yo siento orgullo de ser europeo y de las raíces de las que provienen Europa y España. Y quiero que Ceuta siga siendo así”, proclama.
La declaración abre decenas de preguntas que Carreira, de inmediato, trata de atajar: “No tengo nada en contra de que haya una cultura predominante en la ciudad por razones demográficas. No estoy hablando de religión, hablo de Constitución, de valores occidentales. Si eso es asumido por las siguientes generaciones de ceutíes, habremos conseguido el objetivo. Da igual a qué Dios recen”.
"Vivas cuenta con mi apoyo"
Las incógnitas acerca del alcance real del poder que atesora Carreira en el seno del gobierno popular constituyen de antiguo un lugar común. Quien aspiró a ser presidente del partido para, a continuación, caer en desgracia, quien fue nombrado más tarde consejero de Economía y Hacienda y portavoz del Gobierno, quien esta legislatura ocupa una responsabilidad más liviana al frente de la Consejería de Medio Ambiente no sólo alimenta su discurso de consideraciones sociológicas acerca de la condición de la ciudad y su futuro. Hay otras preocupaciones más mundanas e inmediatas.
“Juan Vivas ha dado estabilidad al partido y va a contar con mi pleno apoyo y mi plena lealtad”, advierte, con la mirada puesta en el cada vez más próximo congreso que vivirá el PP ceutí. Carreira hace memoria antes de prometer a quien pudiera plantearse disputar la presidencia del partido a Vivas “el mismo compañerismo que yo no tuve cuando lo intenté”. Y apostilla: “A mí me penalizaron por intentar cambiar a un presidente del PP; eso no lo voy a hacer yo”.
