Las tasa digital y las transacciones financieras estarán en vigor a principios de año

Vox despreció la singularidad de Ceuta al rechazar la enmienda del PP para tributar a la mitad

Con su enmienda, el PP defendía que los territorios insulares, entre ellos Ceuta, mantuvieran el estatus especial que tienen en el conjunto del sistema tributario español. 
VICTORIA VOX ELECCIONES DIPUTADA
photo_camera Vox Ceuta (C.A./ARCHIVO)

O Vox no entiende de política o Vox quiere tomar el pelo a todos los ceutíes. El partido de Abascal, al que pertenece la senadora por Ceuta, Yolanda Merelo, votó en contra de una enmienda que beneficiaba a Ceuta sólo porque la presentaba el Partido Popular. 

Vox rechazó en el Senado que se reconozca la singularidad de las Islas Canarias, Ceuta y Melilla en la aplicación de dos nuevos impuestos, las conocidas tasas Google y Tobin. 

La tasa Google será un impuesto indirecto y fijará un tipo del 3% sobre los servicios digitales de publicidad online, los servicios de intermediación que permitan localizar a otros usuarios e interactuar y la transmisión de datos de los usuarios. Afectará a empresas con importantes ingresos anuales.

La tasa Tobin, o impuesto a las transacciones financieras, gravará con un 0,2% las compraventas de acciones de firmas españolas con una capitalización bursátil superior a mil millones. 

Ambas tasas permitirán, a partir de enero de 2021, obtener unos ingresos de 1.800 millones de euros que se destinarán al pago de las pensiones.  

Lo que se ha votado en el Senado esta semana es la aprobación de ambas tasas en el trámite parlamentario para que se apliquen en unos meses. 

Con su enmienda, el PP defendía que los territorios insulares, entre ellos Ceuta, mantengan el estatus especial que tienen en el sistema tributario español. El Partido Popular pedía que los servicios digitales sujetos al nuevo impuesto que se prestasen a personas o empresas ubicadas en Ceuta tributaran al 1,5 y no al 3%, es decir a la mitad. Del mismo modo, en las transacciones financieras efectuadas por residentes en Ceuta se pagaría la mitad de las que abonarían los residentes en el resto del país; un 0,1% frente al 0,2% nacional.

A esto es a lo que Vox, junto al PSOE, Podemos y los partidos independentistas, ha dicho que no. Y no hay interpretación política alguna, ni siquiera que no les gusta las dos leyes porque se han aprobado y se aplicarán en 2021. Vox ha votado contra los intereses de Ceuta en el Senado. Es indiscutible. 

Una cosa es estar contra los impuestos y otra contra las especificidades de Ceuta. No hay justificación. Y tampoco valen ahora los artificios y las mentiras para querer acreditar lo imposible. La enmienda beneficiaba a Ceuta y Vox votó que no. 

Vox es un bluf y sus principales dirigentes en Ceuta unos fanfarrones. No les avergüenza anteponer el partidismo a Ceuta. Mejor les hubiera ido en este caso si dicen que su senadora cometió un error al votar.  

Ceuta no saldrá adelante con personas que creen que están por encima de las normas establecidas y del bien común. Que piensan que sólo vale su opinión. Los ceutíes no son tan cándidos como Vox piensa.  

 

 

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