Juan Vivas afronta un año 2019 plagado de incertidumbres. El presidente nacional del PP, Pablo Casado, viajará el 2 de enero a Ceuta para proclamar a quien encabezará la lista de los populares en las próximas elecciones municipales. “Me siento útil, con ganas”, proclama Vivas a la espera de que se haga público que el pronunciamiento del líder del partido conservador.
Sea o no el candidato, Vivas acabará enfrentándose al examen a su gestión que significarán los comicios locales de mayo. Los ceutíes depositarán su voto en escenario político crispado, condicionado por la crisis institucional más grave que ha vivido España en las últimas cuatro décadas. La situación de Cataluña ha favorecido la irrupción de la extrema derecha, encarnada en Vox, y la progresiva radicalización de los populares.
En cuanto a Cataluña, Vivas defiende con estricta disciplina partidaria las tesis de Génova e insiste en que la única salida posible a la crisis catalana sigue siendo la aplicación del artículo 155 de la Constitución. “¿Y después qué? Seguir aplicando la ley”, sostiene el presidente ceutí.
Vivas también se abona a cultivar esa conciliadora distancia que su partido alimenta hacia la extrema derecha de Vox. “No califico a nadie”, avisa cuando se le requiere una opinión sobre el ideario de la formación de Santiago Abascal.
Más allá de las cuitas de partido, el presidente de la Ciudad no oculta su preocupación por el estado de otra crisis, más local: la generada en torno a la frontera con Marruecos. Vivas insiste en que el problema de la seguridad y de los tráficos económicos y de personas a través de la línea fronteriza ha de ser tratado como un “asunto de Estado”.
La decisión de la Delegación de Gobierno de suprimir de facto la excepción al Tratado de Schengen que rige para Ceuta, que permite a los marroquíes residentes en la provincia de Tánger acceder a la ciudad sin visado, no es criticada por el presidente. Vivas considera necesario, en aras de la convivencia, que se mantenga la exención de visado, aunque matiza que, transcurridos más de 20 años desde que la medida entrara en vigor, resultaría necesario “dimensionar” este beneficio otorgado a los vecinos marroquíes. “Todos sabemos cómo ha evolucionado demográficamente en estos 26 años la zona vecina y colindante con Ceuta; eso tiene que tener una traslación a la situación actual”, argumenta el político popular.
La situación de los menores extranjeros no acompañados, la repercusión social y económica del porteo o el futuro del servicio de la limpieza son otros de los asuntos analizados en la entrevista al presidente de la Ciudad que Ceuta Actualidad les ofrece hoy.
