En la misiva le transmite "algunas ideas importantes para la nueva relación entre los Reinos de España y Marruecos". Afirma que la prosperidad de Marruecos está ligada a la de España "y viceversa".
Añade que "nuestro objetivo debe ser construir una nueva relación basada en la transparencia y la comunicación permanente y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes", así como "la abstención de toda acción unilateral para evitar futuras crisis en nuestros dos países".
Más adelante, Sánchez expresa que "España considera que la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo".
El presidente español destaca que España es un gran amigo y aliado y que siempre "cumplirá" sus compromisos y palabra.
Finaliza la carta con el deseo de Sánchez de mantener un próximo encuentro con el Rey de Marruecos para cooperar en el control de los flujos migratorios en el Mediterráneo y el Atlántico además de restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes en beneficio de "nuestros pueblos". "Todas estas acciones se llevarán a cabo con el fin de garantizar la estabilidad e integridad territorial de los dos países", añade, "esperando que nuestros ministros fijarán de común acuerdo una fecha para el ministro de Asuntos Europeos, Unión Europea y Cooperación a Rabat, con el fin de empezar a trabajar para construir la nueva relación".
