Como la fama a las personalidades ilustres, un desagradabilísimo olor precede al carguero “Polaris 2”. Los más enterados habrán podido intuir este martes, gracias a la perspicacia de sus pituitarias, que el repudiado barco ha vuelto a atracar en el puerto ceutí.
El “Polaris 2” es conocido por el nauseabundo hedor que desprende y que le ha hecho infaustamente conocido en todas las ciudades portuarias en las que ha recalado. Esta sobresaliente característica no es el resultado de una maldición sino más bien la consecuencia ineludible de convertir el transporte de ganado en su ocupación.
El carguero ya visitó Ceuta en enero pasado, aunque su pestífero rastro es bastante más conocido en las Canarias. Su hedionda estela hizo que en 2017 se le prohibiera fondear en los puertos de La Luz y Las Palmas. Su llegada al puerto de la capital tinerfeña generó las protestas de miles de vecinos, que no tardaron en conceder al barco el apelativo de “el apestoso”. Situaciones similares ya se habían vivido en Las Palmas en 2012, 2013 y 2014.
El buque fue construido para el transporte de vehículos y posteriormente adaptado, no con mucha fortuna, para trasladar ganado bovino.
En 2016, el buque recaló frente a Santa Cruz de Tenerife por necesidad después de que los animales quedasen sin alimento. La situación se resolvió con una inspección veterinaria a bordo que recomendó el sacrificio de 300 reses.
