Huerta Téllez alerta del deterioro del edificio mientras espera noticias del gobierno local

Los compradores confían en que los servicios jurídicos de la Ciudad les presten asistencia en el proceso que mantienen abierto

photo_camera Las placas solares asoman desde la terraza del edificio/ CEDIDA

Los afectados de la promoción de Huerta Téllez han denunciado el progresivo deterioro que están experimentando los bloques de viviendas que deberían haber ocupado hace años. Los compradores han mostrado su preocupación por el estado de las placas solares situadas en la azotea de uno de los edificios que, según denuncia el portavoz de los afectados, José Mena, han comenzado a desplazarse peligrosamente hasta asomarse al exterior. “Probablemente, las estructuras no estaban ancladas y con los vientos de los últimos días han comenzado a moverse, lo que supone un grave peligro”, advierte.

El temor por el deterioro del inmueble se une a la inquietud que muestran los afectados por la demora en la reunión que la consejera de Fomento, Susana Román, se comprometió a mantener con los letrados de la Ciudad. Con este encuentro, asumido por la consejera en sesión plenaria, el gobierno local pretende determinar qué tipo de colaboración puede prestar la Ciudad a los afectados en el litigio.

Los compradores de Huerta Téllez mantienen desde hace años una intensa lucha en reclamación de la entrega de sus viviendas. Los afectados se adhirieron a la promoción mediante el pago de los plazos convenidos desde el año 2007. La empresa Dolmen, que se ha visto involucrada en distintos procedimientos judiciales, incumplió su compromiso de hacer entrega de las viviendas. Posteriormente, y tras la paralización de la obra y su reanudación en 2012, los afectados se han visto obligados a tratar con distintos interlocutores, tantos como sucesivas empresas han sido las que han ido asumiendo la responsabilidad de la promoción. Los vecinos explican que, en la actualidad, la toma de decisiones sobre el destino de la promoción de viviendas se encuentra en manos de la Sociedad de Gestión de Activos der la Reestructuración Bancaria (Sareb), el conocido como “banco malo”.