Puerto
Bomberos, en Juan XXIII
Dos personas practican surf aprovechando las olas generadas por el temporal (C.A.)
Las condiciones meteorológicas mejoran. A la una de la tarde, el ferri “Passió per Formentera”, que reanudó las conexiones marítimas con la Península el martes por la noche, había cumplido con todas las salidas programadas para la jornada.
La línea entre Algeciras y Tánger ya opera con normalidad mientras que se preveía la reapertura del puerto de Tarifa para las 14.00 horas.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) desactivaba a las cinco de la tarde la alerta amarilla por fenómenos costeros. Los vientos comenzaban a cambiar a poniente, tónica que se mantendrá a lo largo de todo el fin de semana próximo.
Con las primeras horas del día, y reestablecido el servicio con la Península, los ceutíes comenzaban a respirar aliviados tras dos días de un tiempo inclemente. El azote del viento ha dejado tras de sí su rastro en distintas barriadas de la ciudad, especialmente en Juan XXIII, donde algunos edificios han visto como el levante se llevaba consigo trozos de cornisa y la tela asfáltica que cubría sus terrazas.
De la intensidad del viento registrado durante los últimos días en el Estrecho da idea un dato proporcionado por la Autoridad Portuaria de Algeciras: la boya fondeada en Punta Carnero registró el pasado lunes un pico de oleaje de 9,5 metros.
En el mar, el Passió hubo de enfrentarse ayer a olas de más de cinco metros en la Bahía Sur.
