la colisión con el ferri de pasajeros "isla de menorca" se cobró tres vidas

El carguero "Manola Toro" se fue a pique hace 40 años

Hoy 11 de marzo se cumplen 40 años del naufragio del carguero "Manola Toro" en aguas del Estrecho. El barco se fue a pique tras chocar contra el ferri de Trasmediterránea "Isla de Menorca", conocido popularmente como "El Chumbo". Tres personas fallecieron en el siniestro. 

El Chumbo montaje Isla de Menorca Manola Toro
photo_camera "El Chumbo", el ferri que se vio implicado en el accidente que causó el hundimiento del "Manola Toro"

Las travesías a bordo del “Isla de Menorca” resultaban todo lo plácidas que permitía ese molesto balanceo al que propendía aquel barco concebido años atrás para enlazar la localidad sueca de Landskrona con la capital de Dinamarca. Aquella tarde de sábado, los pasajeros se entretenían contemplando la espesa niebla que se posaba sobre la lámina de mar mientras el barco de Trasmediterránea avanzaba, con la misma morosidad de siempre, camino de Ceuta.

Isla de Menorca El Chumbo colisión (fuente: faktaomfartyg.se)"El Chumbo", en una de sus travesías (FAKTAOMFARTYG.SE)

Hacía siete años que el “Linda Scarlett”, rebautizado inmediatamente como “Isla de Menorca”, había empezado a operar en las aguas del Estrecho de Gibraltar, más cálidas y tumultuosas que las que solía frecuentar en el Estrecho de Oresund. Aquel buque, construido en 1960 en los astilleros holandeses de Schiedam Scheepswerf, no dejó indiferentes a los ceutíes. El nuevo barco de Trasmediterránea disponía de accesos a popa y proa, una singularidad que pronto le hizo acreedor del sobrenombre de “El Chumbo”. A ojos de los caballas, aquel ingenio de la náutica se abría con la misma facilidad con la que podía desgajarse esa fruta por sus extremos.

chumbo isla de menorca ya como "Linda Scarlett" (fuente landskronaoverfarten.se)El "Linda Scarlett" antes de convertirse en el "Isla de Menorca" (LANDSKRONAOVERFARTEN.SE)

El 11 de marzo de 1978 “El Chumbo” navegaba sin incidentes hasta que, en torno a las seis y media de la tarde, un estruendo alteró la tranquilidad del pasaje. Quienes viajaban a bordo vieron a través de las ventanillas cómo, junto al barco, se alzaba un carguero con una profunda hendidura en un costado. Los dos buques acababan de chocar en pleno Estrecho.

El “Manola Toro” era un carguero de 790 toneladas propiedad de la naviera vizcaína Toro y Betolaza. El brutal encontronazo con el barco de pasajeros provocó un desplazamiento de la carga que transportaba, un incidente que, a la postre, resultaría fatal.

 

El “Manola Toro” se va a pique

Los minutos inmediatamente posteriores a la colisión fueron de enorme desconcierto para los pasajeros de “El Chumbo”. El buque, contra todo lo predecible, prosiguió su singladura dejando atrás a la apurada tripulación del “Manola Toro”. Algunos de los pasajeros confesarían más tarde que la decisión del capitán de proseguir con la travesía les llevó a pensar que, pese a todo, y dado que los planes de navegación no parecían alterarse, el accidente no debía de ser tan grave.

La situación en el carguero, sin embargo, era crítica. Finalmente, y pese a los titánicos esfuerzos de la tripulación, el barco acabó por irse a pique. Eran las siete y diez de la tarde.

“Vi cómo el capitán resbaló y cayó al suelo pidiendo a gritos un chaleco salvavidas para su mujer–narró un superviviente del ‘Manola Toro’ al diario ABC- No volví a verlo”.

Colisión de El Chumbo El FaroColisión de El CHumbo ABC

Rescate

Mientras “El Chumbo” se alejaba del lugar del siniestro, los tripulantes del carguero que nadaban entre las olas vieron aproximarse a un ilustre de la navegación española. El “Ciudad de Toledo”, propiedad de Trasmediterránea, cubría ahora la línea de Guinea, pero años atrás había sido elegido para cumplir con una misión que debía llevar el nombre de España por el mundo. En 1955, el ministro de Comercio, Manuel Arburúa, concibió, para mayor gloria de la nación y el Régimen, fletar un barco que albergaría una exposición flotante de productos españoles. El “Ciudad de Toledo” fue el elegido. Franco, Carmen Polo y Carrero Blanco visitaron el buque en Pasajes el 5 de agosto de 1956, en las vísperas de una singladura que le llevaría a decenas de puertos del continente americano y, ya de vuelta en diciembre, al de Ceuta antes de dar por concluido en Barcelona tan fenomenal viaje.

Más de veinte años después de aquella aventura, el barco de Trasmediterránea se veía enfrentado a un nuevo reto de muy diferente naturaleza. Según cuentan las crónicas de la época, su intervención resultó decisiva para salvar las vidas de la mayor parte de la tripulación del carguero hundido. Ocho náufragos fueron rescatados en una operación en la que también participaron un mercante búlgaro y el remolcador “San Roque”. El capitán del “Manola Toro”, su esposa y un marinero fallecieron en el accidente.

Súbitamente, los barcos que se encontraban empeñados en las labores de rescate vieron aparecer la proa del “Isla de Menorca”. El capitán había resuelto volver al lugar del siniestro, pero, para entonces, sólo algunos contenedores flotando en el mar ofrecían algún indicio de que en aquellas aguas, apenas unos minutos antes, había navegado el carguero vizcaíno.

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