las dudas de la cnmc coinciden con las expresadas por procesa en 2017

Las objeciones planteadas a la línea de interés público del Estrecho

La CNMC ponía en cuestión en diciembre los resultados de la línea de interés público para el servicio marítimo del Estrecho, una consideración que tenía un antecedente en un informe de la sociedad estatal Procesa de 2017. 

navieras barcos estrecho
photo_camera Una mujer contempla el mar durante una travesía en el Estrecho (C.A.)

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) frustró el pasado mes la pretensión auspiciada por el Gobierno local de imponer a las navieras del Estrecho el establecimiento de una rotación diaria a bajo precio. La Ciudad había planteado su petición con el aval de una propuesta redactada por los servicios técnicos de la sociedad municipal Procesa.

El informe emitido por la CNMC negaba la solicitud del Gobierno de Ceuta bajo el argumento de que las compañías ya cubrían a satisfacción los servicios de transporte de pasajeros entre la ciudad y Algeciras. Pero el documento incluía, además, una segunda consideración que ponía en cuestión otro de los grandes proyectos impulsados esta legislatura por la Ciudad: la recuperación de la línea de interés público.

El contrato de la línea, ahora prorrogado, fue adjudicado por la Dirección General de la Marina Mercante a Baleària el 25 de noviembre de 2014 por un importe de 3.900.000 euros. Su vigencia inicial se fijó para el período comprendido entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2016, ambos inclusive.

El contrato obliga a la naviera a garantizar una frecuencia mínima de cuatro rotaciones diarias (cuatro trayectos Algeciras-Ceuta y otros cuatro Ceuta-Algeciras), la pernoctación del buque en Ceuta y la conectividad con otros medios de transporte, para lo que la primera salida que el buque efectúe desde Ceuta quedará programada a las 06.00 horas y la última desde Algeciras, a las 23.30 horas.

Las objeciones planteadas ahora a la línea de interés público por la CNMC no son nuevas. Ya en 2017, la empresa municipal Procesa advertía de que este modelo de explotación no había repercutido ni en la mejora de la calidad de los servicios ni había favorecido una reducción de las tarifas.

De hecho, Procesa recomendaba acabar con el régimen de interés público a partir del 30 de junio del año pasado, fecha en la que expiraba la última prórroga del contrato. Los técnicos calificaba el contrato como "una inversión improductiva de fondos públicos".

 

A servicio del público

En el año 2006, el Ministerio de Fomento adjudicó a la compañía Acciona-Trasmediterránea el contrato de servicio público para la explotación de las líneas marítimas que conectan Ceuta y Melilla con la Península. Para la línea Ceuta-Algeciras, el contrato establecía una frecuencia diaria de dos viajes en temporada baja y de tres en temporada alta.

Los resultados de esta experiencia no fueron los apetecidos, según constataba el informe de Procesa. “Tanto la frecuencia como la oferta establecidas en el contrato eran mínimas y no justificaban el importe del mismo”, concluían los técnicos de la sociedad municipal que, además, criticaba que algunas de las condiciones que se exigían a los barcos no se cumplieron, entre ellas, las referentes a la accesibilidad de las personas con movilidad reducida, el aparcamiento a bordo y las frecuencia en determinadas épocas del año. Las tarifas tampoco experimentaron reducción alguna al amparo del contrato.

Posteriormente, ya en 2011, Baleària resultó la adjudicataria de un nuevo contrato de gestión de servicio público en la línea con Algeciras. El Estado dedicó 2,1 millones de euros anuales para este fin. Las cosas fueron algo mejor en esta ocasión, ya que el contrato satisfizo algunos de los objetivos buscados por la Ciudad. “Pero falló en el principal, esto es, la reducción significativa de los precios”, lamentaba el informe de Procesa.

 

Precios

Las críticas del informe de la sociedad municipal alcanzaban al servicio que, fuera de esta línea de interés público, ofrece el conjunto de las navieras en el Estrecho. Según Procesa,  empleando datos contenidos en el informe solicitado por la Ciudad a la firma RBB Economics, el coste total medio por pasajero o vehículo que soportan las empresas resulta muy inferior al precio que se exige a los usuarios. El informe llegaba a calificar de “extraordinarios” los beneficios obtenidos por las empresas.

Las cifras de RBB Economics resultaban concluyente: las navieras afrontaban un coste medio de 23,520 euros por pasajero pero cobraban precios que superaban entre un 36% y un 42% esta cantidad. La proporción era similar en el caso de los vehículos, cuyo coste para la compañía alcanzaba los 56,364 euros por automóvil mientras el usuario pagaba entre 76,6 y 110.

Fueron estos datos, precisamente, los que utilizó la Ciudad para reclamar a la CNMC la imposición de la rotación diaria a bajo precio. El Gobierno local estimaba que las navieras podrían soportar esta reducción de tarifas sin ver comprometido su modelo de negocio.

Los tarifas de los servicios del Estrecho acabarían abaratándose este año pasado, pero por razones diferentes. La subida de las bonificaciones al transporte para los residentes hasta el 75% incluida en los Presupuestos Generales del Estado fue el primer paso. Posteriormente, la Ciudad adjudicaba a Baleària un contrato para reducir el precio del billete hasta los 16 euros ida y vuelta para los turistas en fin de semana. Esta campaña llevó a FRS a promover una oferta similar, concebida para diez semanas pero posteriormente prorrogada de manera indefinida.

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