España y Marruecos negocian relajar las medidas para el paso de mercancías por el Tarajal

Se pretende disipar las dudas entre la ciudadanía y asegurar un tráfico fluido durante la OPE.

frontera

El régimen de viajeros establecido en la frontera desde su reapertura está produciendo más de un quebradero de cabeza a los ciudadanos que pasan por el Tarajal. “Ni una bolsa de tomates”, se dijo al inicio. Semanas más tarde, desde la propia benemérita reconocían que “estaban hartos de decomisar sandias”, deslizando que se hacía un poco la vista gorda y se estaba levantando levemente la mano.

Los que hayan cruzado la frontera en este primer mes han podido ser testigos que se permite la entrada de alguna que otra bolsa con textil o alimentación. Pero el riesgo no está exento y todo se fía a la suerte de quien revise. Las cuestiones al respecto en los grupos de redes sociales son las más frecuentes. Existe incertidumbre generado por sortear un riesgo, quizá, innecesario.

Sin embargo, el grupo de trabajo hispano-marroquí está trabajando al objeto de disipar este clima de dudas. La intención se dirige a relajar las medidas que rodean al pase de mercancías. “¿Hacer parada en los polígonos y cargar?, no”, ha dicho el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Manuel Doncel, a quien Delegación le ha asegurado que este nuevo marco pretende, además, asegurar un tránsito fluido para la OPE, ya que todo aquel vehículo que superar la carga deberá regresar por el mismo camino que vino. Volver al Puerto, para embarcar desde Algeciras vía Tánger.

Por lo tanto, no solo se pretende que los ciudadanos europeos se decanten por Ceuta, sino evitar embudos y colapsos innecesarios tanto en el Puerto como los que se pueden derivar al resto de la ciudad.

Doncel, asimismo, se agarra a la mesura y prefiere no estimar el tráfico que puede alcanzar Ceuta hasta, al menos, dentro de un mes, cuando se atraviesen los primeros días críticos con motivo de la Fiesta del Sacrificio. “Será entonces cuando podamos estimar la afluencia a alcanzar durante la operación retorno”.

De momento, los mayores escollos que merman emplazar a Ceuta como la opción de tránsito se sitúan en las horas de espera en el entorno fronterizo. La dilación en plena frontera cuando la cifra de vehículos no es lo suficientemente elevada ya ha elevado a, al menos, una o dos horas las esperas en Loma Colmenar. El contingente número de vehículos de la OPE puede llegar a triplicarlo, y posicionarse como el principal factor para evitar cruzar a la ciudad.