Menores extranjeros en el Puerto

La zona de embarque de vehículos, un quebradero de cabeza para los políticos

La secuencia se repite como si estuviera cronificada. Los chicos esperan la ocasión para “colarse y embarcar”. Huyen cuando aparece la Policía.

Se trata de una imagen característica de la zona portuaria. Los chicos corriendo por la zona de embarque donde van a pedir, a mirar cómo están las cosas, cogiendo lo que pueden o le dan, malviviendo, jugándose la vida porque están ansiosos por salir de la ciudad.

En el otro lado, los pacientes conductores. Algunos suben las ventanillas, otros le dan unas monedas o algo de comer. Hay quien pierde la calma y se altera. Todo parece lógico en un clima de tensión como el que se vive en la zona de embarque de vehículos del puerto ceutí. Muy desagradable en cualquier caso.

La misma escena de siempre. Una situación tan real como la vida misma, tan incontrolada como peligrosa para los jóvenes y tan indeseable como cansina para los viajeros. Una situación que se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los políticos.   

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