El día 20 de noviembre se celebra el Día Internacional del Niño desde 1954, y además es el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Niño, que se produjo en 1959.
Desde el Colegio Oficial de la Psicología queremos aprovechar este día para concienciar a la sociedad sobre la importancia de esta etapa evolutiva, los niños y niñas son el colectivo más vulnerable. Durante la infancia y adolescencia, el desarrollo cognitivo, social y emocional atraviesa sus fases más cruciales. Las experiencias que se viven, ocupan un lugar crítico en el desarrollo y en la salud mental de la persona.
Esta pandemia ha traído consecuencias para la salud física, el desarrollo, el aprendizaje, el comportamiento, y protección frente a la violencia y abuso y, por consiguiente, también en su salud mental. Sin embargo los niños y niñas no han sido muy tenidos en cuenta.
No podemos obviar que en España, las restricciones de movimiento impuestas a los niños, niñas y adolescentes han sido particularmente rígidas, hay que añadir el cierre de las escuelas, limitando así sus relaciones con los iguales, igualmente muchos de ellos han sufrido pérdidas familiares, con un duelo difícil de elaborar debido a que en muchos casos no ha sido posible la despedida. Por todo ello, es muy importante actuar de forma urgente en los ámbitos de promoción y prevención de la salud mental así como en la detección de las necesidades que hayan podido surgir o que se hayan agravado.
Los estudios realizados en España llevan a afirmar la especial vulnerabilidad que tienen los niños, niñas y adolescentes y la necesidad de reforzar la detección y prevención de los problemas para lo que es necesaria la creación de la especializad Infanto/juvenil en Salud Mental. Es crucial la prevención, e intervención psicológicas en estas etapas tempranas de la vida y tan determinantes en el desarrollo de las personas.
Entre el 10 y 20% de todos los niños del mundo experimenta algún problema relacionado con la Salud Mental.
Según expertos en Psiquiatría y Psicología Clínica de la Infancia y de la Adolescencia, uno de cada cuatro niños que han sufrido aislamiento por COVID-19, presenta síntomas depresivos y /o de ansiedad.
El empeoramiento de la Salud Psicológica por la crisis social y sanitaria que vivimos, va a suponer una enorme prueba de esfuerzo para un sistema de Salud Mental con escaso de recursos y con amplios márgenes de mejora en su gestión.
Como dato relevante recordar que en España la ratio de profesionales de la psicología en la Sanidad Pública es de 4 por 1000 habitantes mientras que en el resto de Europa como mínimo es de 18/1000. Si antes de la pandemia estos recursos eran insuficientes no es difícil entender que tras la emergencia sanitaria provocada por el COVID son recursos insignificantes.
Por todo ello desde el COP instamos y nos ponemos a la disposición de las Instituciones de la Ciudad Autónoma de Ceuta para contribuir a paliar las consecuencias en la Salud Mental de esta emergencia sanitaria, la que ha sido llamado la tercera ola de la pandemia, la pandemia mental, de la que ya nos están llegando resultado de los estudios de la afectación psicológica.
