Remitido

Agradecimiento de los padres de Maribel Lagares Fuentes

Han pasado apenas tres días de tu pérdida, y ya parece toda una eternidad.

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Han pasado apenas tres días de tu pérdida, y ya parece toda una eternidad.

Hoy, la tinta del bolígrafo se emborrona en el papel sobre el que caen las lágrimas derramadas por las muchas personas que tuvieron la suerte de conocerte y la desdicha de llorarte.

Eras buena hija, gran hermana, estupenda esposa y mejor madre.

Todo el que tuvo la fortuna de conocerte sabía de tus muchos valores que lo resumo en algo muy simple: Eras buena persona.

Buena, así eras querida hija Maribel. Tu familia, que te ha llorado y te llorará por siempre, no te ha llorado sola. Hemos tenido derroches de cariño y consuelo por todos los que nos acompañaron en tu despedida. Eso nos reconfortó en tan duros momentos, y nos dio fuerza y ánimo para superar parte de nuestro inmenso dolor.

Por ello, y a través de esta carta, quiero agradecer a todos los que nos acompañasteis, el calor y cariño recibido con vuestra presencia.

Gracias a todos los que nos llamaron para darnos aliento, ese mismo aliento y sentimiento de pesar que vivimos muy de cerca de tus compañeros de la Comunidad Educativa de Ceuta, agradecimiento también a los clientes de la cafetería Apolo y sus empleados, a mis muchos amigos de la petanca ceutí también les estaremos agradecidos, como lo estamos igualmente con la Congregación de Las Adoratrices en Ceuta, y gracias también, a las muchas personas que como amigos, también te han llorado y acompañado.

Eras unas de las 5 flores que brotaron del tallo de nuestro matrimonio, y no por haberte perdido marchitarán tus recuerdos.

Te recordaremos con la belleza de una Rosa, el colorido de un campo de Tulipanes y con la fragancia de un Jazmín.

Te fuiste Maribel, te fuiste nadando entre las muchas flores que te acompañaron hacia tu camino celestial, hacia ese cielo que como dice tu sobrino Nico :    “alumbra más fuerte porque tiene una nueva estrella”.

Entre tantos agradecimientos, guardo el último para toda nuestra familia que tanto nos ha arropado, como tanto te ha querido.

Y como no, nuestra mayor muestra de gratitud de por vida es para tu magnífico esposo Joaquín, para nuestro hijo Joaquín. A él, jamás podremos agradecerle lo feliz que te supo hacer, lo mucho que te respetó, y lo mucho que supo quererte.

Con él, con Joaquín, forjaste una bonita amistad que nació en la playa del Chorrillo allá por el año 78, y como fruto de vuestro posterior matrimonio nacieron tus hijas María y Lucía, dos estupendas nietas , dos estupendas hijas, para una excelente madre.

"Disfrutar de tus recuerdos, nos hará vivir en la ilusión de saber que algún día volveremos a estar juntos “

 

A todos, gracias de corazón. 

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