ATECE, sobre el 112

Un operador del servicio de emergencias del 112 de Ceuta (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Un operador del servicio de emergencias del 112 de Ceuta (C.A./ARCHIVO)

Desde ATECE (Asociación de Teleoperadores de Emergencia de Ceuta) queremos expresar nuestra opinión en relación a las manifestaciones que se realizaron en el debate de la Ciudad del pasado día 3 de septiembre en el que, entre otras cuestiones, se trató la viabilidad de segregar de AMGEVICESA el teléfono único de emergencias 1-1-2 así como distintas informaciones relativas al personal que lo gestiona.

No entraremos a valorar las decisiones adoptadas por los grupos políticos ya que nos merecen el máximo respeto. Lo que esta asociación sí tiene es la obligación de aclarar una serie de datos que se aportaron en el debate y que no se ajustan a la realidad. 
 Se cuestionó la necesidad de que el teléfono único de emergencias 1-1-2 tuviera o no dependencia con la sociedad municipal AMGEVICESA (Aparcamientos Municipales y Gestión Vial de Ceuta hay que recordar). La decisión de que siga en la sociedad municipal es una decisión política totalmente respetable aunque esta asociación entiende que mucha relación no parece existir actualmente. El hecho de que el 1-1-2 tenga únicamente vinculación con AMGEVICESA para cuestiones administrativas de índole normal (nóminas, gestión de derechos sociales, vacaciones) y esté bajo el paraguas de la Consejería de Gobernación a nivel operativo reafirma el hecho de que “contenido y continente” caminan por senderos diferentes. No seremos nosotros los que reivindiquemos la salida del 1-1-2 de la sociedad municipal o planteemos un mejor acomodo en otro lugar de la Administración; no nos compete ni somos  responsables de su ubicación futura. Estos hechos reflejan una realidad que desconocemos si fue valorada en su justa medida .

Surgieron valoraciones referentes a la idoneidad de la figura del Director del 1-1-2 durante el pleno. Un puesto que recae en la misma persona desde el año 2010. Volvieron a salir a la palestra las graves deficiencias técnicas que, también desde el año 2010, distintas formaciones políticas vienen denunciando con firmeza y razón ya que afectan gravemente a la funcionalidad del 1-1-2 . Deseamos y esperamos que la Ciudad adopte las medidas más convenientes para mejorar un servicio tan importante, busque más profesionalización y formación de todos sus integrantes y dote de más y mejores medios con los que trabajar. Sin embargo, sí nos genera temor que algún portavoz asevere en el pleno que las emergencias deban gestionarse en 180 segundos. Negamos con firmeza esa afirmación porque, ademas de incierta, confunde a la ciudadanía en una cuestión tan vital .

No entendemos quién ha determinado o cómo se puede asegurar que esa franja de tiempo es el marco límite para gestionar una llamada de emergencia sin tener en cuenta qué clase de emergencia se tramita o los múltiples factores que entran en juego durante la misma: comunicación e interacción con el alertante, recopilación de información necesaria para la correcta actuación de los operativos previstos, activaciones etc. Nos parece injusto y temerario asegurar que el 1-1-2 de esta ciudad tiene demasiados operadores en sus turnos, dando a entender que trabajan poco, porque en la Ciudad Autónoma de Melilla prestan servicio un número inferior. Consideramos esos argumentos erróneos e invitamos a que que si alguien insiste en ello, acompañe tal argumento con datos oficiales y contrastados: tiempos de respuesta, volumen de llamadas por citar algunos. Equiparar ambos servicios, de manera tan simple, supone mal informar a la ciudadanía y jugar a pronosticar  emergencias bajo el paraguas de las matemáticas; hecho altamente peligroso cuando se ven involucradas vidas.

ATECE aplaude la idea de formación para los integrantes del 1-1-2 de Ceuta; es más, entendemos que es una obligación exigible a las administraciones o empresas para con sus trabajadores. Pero queremos corregir ciertos argumentos que algún portavoz político expresó durante el pleno ya que, por ejemplo, formarse en el grado medio de técnico de emergencias sanitarias además de no ser necesario y/o práctico representaría no cumplir los requisitos que marca la Ley de Tele operaciones de atención, gestión y coordinación de emergencias para los operadores de 1-1-2. El cumplimiento de esa Ley equivale a poseer un grado superior. 

Los operadores del 1-1-2 de Ceuta cumplen con esa Ley con un matiz muy significativo: toda la plantilla no fue formada por AMGEVICESA. 

Un gran número tuvieron que sufragarlo de su bolsillo ante los impedimentos que el anterior Gerente de la sociedad municipal, ahora Jefe de Personal y Administración, expuso como criterios de selección para poder realizarla. Si a algún portavoz político le suscita interés aquel proceso, le animamos a seguir solicitando información al respecto.
 Nos sumamos a la reivindicación de formación para los operadores pero pedimos que no solo recaiga en ellos tal exigencia. Planteamos que se elabore un plan de formación con garantías e igualdad para sus integrantes. Planteamos que se elabore un plan anual de formación flexible para que se pueda conciliar con los turnos de trabajo, consensuada para que se puedan elegir los contenidos más interesantes, importantes y aplicables al trabajo y donde, según nuestro criterio, quede relegado como de “primera necesidad” cuestiones como los idiomas y la mecanografía;  no por el hecho de que no sean importantes si no porque son de difícil implantación en el trabajo diario (cuidado con los traductores no oficiales) o por su escasa necesidad al redactar la información cuando se busca la concreción para una respuesta más rápida (mecanografía). Eso del “papel y el lápiz” es una falacia que, de tanto repetirla, quieren convertirla en verdad y deja a los integrantes del servicio “retratados” ante los ciudadanos.

Por último, esta asociación desea manifestar que externalizar el 1-1-2 no es la panacea a los problemas que existan o pueda existir en el servicio. 
Podemos poner de ejemplo Andalucía, donde la gestión del 1-1-2 la lleva a cabo la empresa privada Ferrovial. Pueden investigar y sacar sus propias conclusiones. 

Los poderes públicos deben impulsar servicios como este, dotándolos de infraestructura adecuada, medios actualizados y así poder ofrecer a los ciudadanos una mejor atención. Sabemos que a pesar de que se dieran todas las mejoras citadas, el 1-1-2 podría seguir siendo el servicio peor valorado por la ciudadanía como se afirmó (desconocíamos que la Ciudad había elaborado un ranking de todos lo servicios que presta y estaría bien que saliera a la luz pública) pero que nadie dude que el trabajo se realiza siempre pensando en salvaguardar la vida y atender satisfactoriamente las demandas de aquellas personas que marcan los tres dígitos.
                                                           

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