Trasladar en un Consejo de Personal unas medidas previamente “cocinadas” simplemente para que los representantes legítimos de los hombres y mujeres militares “tengan conocimiento” es un menoscabo democrático al derecho de participación. La Ministra de Defensa había convocado para ayer -2 de marzo- un Pleno Extraordinario del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas sobre retribuciones, totalmente estéril en cuanto a la participación asociativa.
Aunque es un logro conseguir una mejora salarial, -a todas luces insuficiente- y por ello nos tenemos que felicitar de forma moderada, no permitir la participación y, por tanto, realizarlo de espaldas a los representantes de los miembros de las Fuerzas Armadas constituye una desconsideración y un incumplimiento de lo preceptuado en la Ley de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.
Los avances trasladados consisten en incrementar el componente general del complemento específico un 13,1% (19,33€) para el Soldado o Marinero, un 8,2% (20.6€) para el Cabo Primero, un 8,6% (23.3€) para el Sargento, un 11,3% (49.6€) para el Brigada, un 12,8% (41€) para el Teniente/Alférez de navío y un 11,3% (59.7€) para el Comandante/Capitán de Corbeta.
No podemos dejar de reconocer este pequeño avance que, además, se produce en medio de una crisis generada por la pandemia. Pero el Ministerio, que tiene la propuesta retributiva de AUME sobre la mesa, tiene que realizar un ejercicio de calidad democrática y permitir la participación de las asociaciones, así como trasladar el horizonte de objetivos (aunque sean a medio plazo) y dar entrada a las propuestas asociativas en un marco de negociación y de diálogo social.
La comisión temporal creada para el debate de la actualización salarial, en el seno del COPERFAS, ha de ser el marco democrático participativo donde se realicen las propuestas que mediante el consenso, sin obviar otros espacios de negociación, han de aportar las mejoras retributivas para los hombres y mujeres militares.
