Soy una persona con movilidad reducida (PMR) por una discapacidad derivada de las secuelas de la poliomielitis que padecí de pequeña. Para superar estas secuelas llevo un aparato ortopédico en una de mis piernas. Tengo reconocida una discapacidad motórica del 35%. Para desplazarme hasta mi trabajo utilizo un vehículo de mi propiedad, para el que me fue concedida una reserva de estacionamiento permanente en las proximidades de mi domicilio por el excelentísimo señor consejero de Fomento de la Ciudad Autónoma de Ceuta, con fecha 7 de mayo de 2009.
Por mi condición de persona con movilidad reducida, sigo con mucho interés las noticias que sobre la discapacidad, accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas aparecen publicadas en los medios de comunicación.
En septiembre de 2016, una treintena de viajeros visitó durante una semana la ciudad de la mano de Servicios Turísticos y PREDIF en la promoción de un turismo accesible. Gracias a la relación entre el área de Servicios Turísticos con la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (PREDIF) se llevan a cabo estas visitas que ponen de manifiesto que Ceuta es cada vez más accesible para que las personas con discapacidad puedan disfrutar de sus vacaciones veraniegas.
En una recepción ofrecida a este colectivo, el titular de la Consejería de Juventud, Deporte, Turismo y Fiestas, Fernando Ramos, agradeció a todos los asistentes su presencia y haber elegido Ceuta como destino de vacaciones y declaró: “Desde la Consejería de Fomento se está haciendo una labor impresionante para hacer de Ceuta una ciudad accesible para que estas personas que tienen dificultades para hacer uso y disfrute de todos los servicios de la ciudad no se encuentren con esas barreras. Y este es nuestro objetivo, que todo el mundo pueda disfrutar de nuestra ciudad, de nuestros museos, de nuestra gastronomía… sin ninguna barrera arquitectónica”.
El 1 de diciembre de 2017 y enmarcado en las actividades de la I Semana de la Discapacidad y Accesibilidad Universal, el presidente de la Ciudad, en compañía del delegado del Gobierno y el consejero de Fomento, realizaron una experiencia en sillas de ruedas por la Gran Vía, poniéndose la piel de las personas con discapacidad. El 3 de diciembre de 2017, coincidiendo con el Día Internacional de la Discapacidad, el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad de Ceuta leyó un manifiesto en el que se ha reivindicado la necesidad de que la accesibilidad universal sea una realidad. Su presidenta declaró: “Sin accesibilidad universal no hay derechos humanos para las personas con discapacidad”.
Y como colofón a todas estas noticias en el ámbito de la discapacidad, leo en la prensa local, el 15 marzo de 2018, que Ceuta se disputa el galardón para ser el mejor “Destino turístico accesible” del sur de España. Tras esta sucesión de buenas noticias para el colectivo de las personas que tenemos alguna discapacidad, pensé: “Parece que empiezan a tornarse en serio los problemas de los discapacitados”.
Pero como dice el refrán “qué poco dura alegría en casa del pobre”. El pasado jueves 29 de marzo, una notificadora de la Ciudad Autónoma de Ceuta me entregó en mi domicilio una notificación de los Servicios Tributarios de Ceuta correspondiente a la Tasa de Entrada Vehículos y Carga y Descarga: Reserva estacionamiento vehículo XXXX-XXX -figura la matrícula del vehículo de mi propiedad y mi domicilio- correspondiente al ejercicio de 2017, por un importe de 1.150,80 euros.
El lunes 26 de marzo, me personé en las oficinas de los Servicios Tributarios para recabar información al respecto, y me dijeron que llevaban muchos años “luchando” para que esto no se cobrara -¿luchando? ¿contra quién?- y que, además, en el decreto de concesión de la reserva de estacionamiento se me advertía que se daría nota a los Servicios Tributarios para que practicara la correspondiente liquidación. Mostré a los funcionarios que me atendían el mencionado decreto, en el que pudieron comprobar por ellos mismos que dicha alusión a los Servicios Tributarios no aparecía por ningún lado, a lo que, como única respuesta, me dijeron que el pago podía fraccionarlo.
Creo que considerar una reserva de estacionamiento para discapacitados como una zona de carga y descarga es, como poco, de muy mal gusto y de poca sensibilidad al “cosificar” a las personas que como yo tenemos serias dificultades de desplazamiento y, desde luego, al que se le haya ocurrido esto, no se ha puesto en la piel de las personas con discapacidad.
En una ciudad que presume de ir derribando, día a día, barreras, poniendo medios y dando facilidades para que las existentes sean eliminadas y no se construyan otras nuevas, parece que no ha contemplado que esta tasa es, sin lugar a dudas, una nueva barrera.
Otra vez ha vuelto a pasar. Muy buenas palabras, pero cuando llega la hora de materializar las promesas si te he visto no me acuerdo.
Voy a dirigirme al excelentísimo señor presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta para que en calidad de presidente de la comisión para la promoción de la accesibilidad y eliminación de barrenar arquitectónicas, urbanísticas, del transporte y de la comunicación -según establece artículo 54 de la Ordenanza para la accesibilidad y la eliminación de barreras arquitectónicas, urbanísticas, del transporte y de la comunicación aprobada por el pleno de la Asamblea en sesión celebrada el 31 de marzo de 2003 y de acuerdo con las funciones que le atribuye del artículo 55 de la citada Ordenanza- proponga al Gobierno de la Ciudad que las reservas de aparcamiento permanente para discapacitados en la proximidad de sus domicilios estén exentas de tasas dado su carácter social.
