AUME trasladó a la Ministra de Defensa la situación de los militares que no podían reunirse con sus familias por estar destinados a más de dos horas de su domicilio familiar. Esta situación también ha sido llevada al Defensor del Pueblo por la asociación.
El Real Decreto de Estado de Alarma autoriza a que los miembros de las Fuerzas Armadas puedan realizar desplazamientos (retorno) entre su lugar de destino y su lugar de “residencia habitual”. La Orden DEF/2096/2015, de 29 de septiembre, por la que se fijan los términos y condiciones para que el militar pueda residir en un municipio distinto al de su destino, establece que el militar podrá fijar su residencia habitual, previa autorización, en lugar distinto al de su destino siempre que pueda incorporarse al mismo en un plazo no superior a dos horas.
La lectura de la Instrucción 19/2020, de 14 de mayo de 2020, de la Ministra de Defensa, por la que se autoriza el desplazamiento del personal que participa en actividades extraordinarias para hacer frente al COVID-19 entre el municipio de destino y el municipio donde se encuentre su domicilio familiar, supone que se limite la libertad de movimiento que permite el Real Decreto de Estado de Alarma así como la Orden DEF anteriormente mencionada.
Si la intención del Ministerio es el posibilitar que los militares desplazados de su “domicilio familiar” puedan reunirse con sus familias, no paree que haya sido recogida adecuadamente en la Instrucción, que siembra dudas del alcance de la misma y que, en todo caso, puede producir una aplicación discriminatoria entre unos y otros miembros de las Fuerzas Armadas. AUME insta al Ministerio de Defensa a rectificar la instrucción publicada en el día de hoy para tratar de paliar la problemática de muchos militares que pueden verla aún más agravada, ante la redacción dada a la norma, que no goza de la taxatividad y claridad necesarias en una regulación de estas características.
AUME ha presentado al Consejo de Personal de las Fuerzas Amadas una propuesta para modificar la Orden DEF que limita el desplazamiento de los militares a su domicilio familiar, orden que ha quedado desfasada y alejada de la realidad social, y que, por ello, precisa de la modernización junto con la regulación general sobre movilidad geográfica de los miembros de las Fuerzas Armadas.
