La contribución de los Regulares de Ceuta, clave en el socorro a Melilla

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photo_camera El rey Alfonso XIII, con los Regulares (COMGECEU)

En este año se van a cumplir cien años de la Campaña de Melilla, por tal motivo el General de Ejército JEME ha incluido entre los retos para 2021, dentro del ámbito institucional, la ejecución de actividades relacionadas con esta Efeméride.

Casualmente, no hace mucho tiempo, una prestigiosa Autoridad de la ciudad de Ceuta me comentó: “Melilla sigue siendo española gracias a los Regulares de Ceuta”.

Por tales motivos, y por el puesto que ocupo, me he visto animado a poner en estima el papel de aquellos Regulares de Ceuta que participaron en tan crucial operación.

zx1En 1921 tendrá lugar la sacrificada participación del Grupo de Regulares de Ceuta nº 3 en el “Socorro de Melilla”, va a tener una trascendencia enorme que revertirá en el resto de los Grupos de Regulares y que, además, refrendará la valía y lealtad de este tipo de unidades como fuerza de choque, siempre en la extrema vanguardia, frente a las acusaciones de traición a las que se enfrentaban todas las unidades indígenas tras los sucesos de Annual.

Corría el año 1921 cuando en la Zona Oriental del Protectorado sucesivos y veloces éxitos de nuestras tropas parecían poner fin al problema después de más de diez años de guerra. Nada más lejos de la realidad, la victoria fue fugaz, en brevísimo tiempo todo se vino abajo. En el mes de julio, el Ejército del General Silvestre se retira de Annual. La carga heroica de los jinetes del Alcántara es incapaz de contener el ímpetu de las harcas rebeldes, aunque permite que cientos de los aterrorizados soldados alcancen Monte Arruit. Fatal destino de la gran mayoría de ellos, los cabileños, ávidos de sangre, les asesinan cobardemente una vez rendidos y entregadas las armas. Estos acontecimientos hacen que se incremente velozmente el número de seguidores de Abd El-Krim, quien ya le ha echado el ojo a la ciudad de Melilla, su próximo objetivo.

Las tropas españolas que guarnecen los blocaos y posiciones que la protegen se van retirando, las que pueden, si no caen antes masacradas. El miedo arrastra a los ciudadanos desesperados hacia el puerto, única puerta de escape de la ratonera en que se ha convertido la españolísima ciudad. La Comandancia General se desploma, los límites de la ciudad se encogen hasta parecerse a los existentes antes del inicio de la guerra, los de 1909. La situación es desesperada.

El Alto Comisario de España en Marruecos y Comandante Militar en Jefe, General Berenguer, que bien conocía a sus Regulares, no en vano fue su fundador allá por 1911, cuando ostentaba el empleo de Teniente Coronel de Caballería, ordenó el 22 de julio al Grupo de Ceuta 3, en esos momentos al mando del glorioso y laureado Teniente Coronel González Tablas, ponerse en marcha a toda prisa hacia Melilla.

Dos Tabores y una Compañía de ametralladoras alcanzan el puerto de la antaño ciudad portuguesa el 23 de julio, tras una brutal marcha que les hará recorrer a pie en tiempo record unos 100 kilómetros, desde el campamento de Rokba el Gozzal, próximo a Tazarut, en donde se encontraban operando en esos momentos en la zona Occidental del Protectorado, hasta Tetuán, para alcanzar por tren el puerto de Ceuta. El 24 de julio llegan a Melilla, desfilando por sus calles pasan en dirección a las posiciones asignadas para comenzar con sus cometidos a la mayor brevedad; protección de convoyes, instalación de blocaos, aprovisionamiento de posiciones y cuantos otros se les encomendaron.

En menos de noventa días de combate desde entonces, el Grupo sufrió casi un 80% de bajas, lo que da una idea del desgaste al que fue sometido; todo el peso de las operaciones cayó sobre los sufridos Regulares de Ceuta. De los 651 hombres que salieron de la fidelísima ciudad española el 23 de julio, 481 cayeron muertos o heridos, y de sus 33 Oficiales tan sólo 3 resultaron ilesos. Sus primeros Jefes cayeron heridos en los principales combates, el Teniente Coronel González-Tablas el 8 de septiembre en Casabona, y su sustituto, el Teniente Coronel Emilio Mola Vidal, el 2 de octubre en Sebt, donde se produjo el más violento con más de cien bajas.

Por su destacada actuación en el combate de Casabona, el Grupo se hizo digno merecedor de una citación en la Orden General del Ejército de España en África.

“En la operación del día 8 sobre Casabona tuvieron ocasión el Tercio de Extranjeros y las fuerzas Regulares de Ceuta núm. 3 de cubrirse una vez más de gloria. Con su indomable valor, con su innegable amor patrio, con su incomparable pericia lograron asestar al enemigo uno de los mayores golpes que ha sufrido en todas nuestras campañas ocasionándoles bajas numerosísimas. Todos cuantos integran esos Cuerpos modelos, alcanzan tantas virtudes militares, que es difícil señalar distinciones entre ellas, y este es el mayor galardón que puede ostentar una corporación. En nombre de todos vuestros compañeros del Ejército de África, que se enorgullecen de vosotros, os felicito efusivamente y os ratifico nuestra confianza absoluta. Debéis sentiros satisfechos por ello y por haberos hechos dignos de la admiración de nuestra querida España.” Lo que de orden de S. E. se publica en la general de este día para conocimiento y satisfacción” (el Coronel Jefe de Estado Mayor, F. G. Jordana).

zx2Cumplida la misión, diezmados, concentrados en Melilla el día de la Raza (ahora de la Hispanidad), son despedidos con una intensísima emoción en el puerto de la ciudad hermana, desde donde regresaron a Ceuta el día 14 de octubre. A su llegada el recibimiento fue por todo lo alto, atronador. El Rey Alfonso XIII les llegó a dedicar un telegrama.

“EL REY A JEFE REGULARES CEUTA.- Al regresar a esa plaza esos heroicos Regulares, deseo manifieste Jefes, Oficiales, clases y soldados el agradecimiento y la admiración de su Rey por su comportamiento y alto ejemplo de valor y disciplina, que a todos por igual corresponde, y especialmente a sus Jefes tenientes coroneles González-Tablas y Mola, que tuvieron el honor de derramar su sangre al frente de esas fuerzas. ¡Viva España, que tan bien supisteis defender! ¡Vivan los Regulares de Ceuta! – Alfonso, Rey.”

No todo va a quedar ahí, el propio Alfonso XIII va a reconocer oficialmente este comportamiento y alto ejemplo de valor y disciplina, por ello les otorgará, en noviembre de 1921, el título de “Mis Fieles Regulares”. Título que después será asimilado con orgullo y por derecho al resto de las Fuerzas Regulares Indígenas.

Además, por primera vez y por R. O. de 2 de noviembre de 1921, también Su Majestad le va a otorgar a una unidad indígena, al Grupo de Regulares de Ceuta, el derecho a tener Bandera Nacional, como el resto de los Cuerpos de Infantería de nuestro Ejército, lo que generará que se contemple también su concesión al resto de los Grupos de Fuerzas Regulares. Hay que recordar que al tratarse de unidades regulares y profesionales de mayoría indígena, es decir, integradas fundamentalmente por personal no español, generalmente marroquí de la zona sujeta a nuestro Protectorado y por tanto súbditos del Sultán de Marruecos, no tenían derecho a enseña nacional como el resto de las unidades militares de nuestro Ejército, formadas por españoles en su totalidad que sí juraban en ella defender a la Patria y fidelidad al Rey y a sus Jefes.

“El Rey (q.D.g.), de acuerdo con lo informado por el Alto Comisario de España en Marruecos, ha tenido a bien conceder al Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3, la Bandera nacional, semejante a la que corresponde a los Cuerpos de Infantería de nuestro Ejército, por haberse hecho dicho Grupo acreedor a ello, dados el entusiasmo, valor y disciplina con que ha combatido en nuestras filas, cooperando eficazmente a la acción de nuestro protectorado, encomendada a la Nación, en Marruecos.- De Real Orden lo digo a V. E. para su conocimiento y demás efectos.- Dios guarde a V. E. muchos años.- Madrid 2 de noviembre de 1921.- CIERVA”

Año largo después, costeada por suscripción popular, la recogerán en Madrid de manos de Su Majestad la Reina, y en presencia de Su Majestad el Rey.

En adición, por su heroica actuación en la campaña, el Rey, en Real Orden de 14 de agosto de 1922, les va a conceder la Medalla Militar Colectiva. En la misma resolución se incluirá al Tercio de Extranjeros y al Regimiento de La Corona Nº 71. La corbata que la simboliza, por ser el Grupo de Regulares de Ceuta nº 54 custodio del historial del Grupo nº 3, del mismo nombre, cuelga de la moharra de su Bandera, la más condecorada de las FAS.

zx3“Excmo. Señor.- Conforme con lo propuesto por el Alto Comisario de España en Marruecos, el Rey (q. D. g.), de acuerdo con el Consejo de Ministros, y por resolución de 30 de julio próximo pasado, ha tenido a bien conceder la Medalla Militar al Tercio de Extranjeros, Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta número 3 y Regimiento de Infantería La Corona número 71, por su brillante actuación en el territorio de Melilla a raíz de los sucesos del mes de julio de 1921. Es al propio tiempo la voluntad de S. M. el Rey que el distintivo de la citada condecoración lo ostenten los individuos con derecho a él en la forma prevenida en la real orden circular de 12 del mes actual (D. O. núm. 180)”

Relacionado con estos hechos, el 18 de septiembre de 1921, el Rey Alfonso XIII concedió a los Tenientes Coroneles González-Tablas y Millán Astray, heridos en las operaciones del Socorro de Melilla, el título de Gentilhombre de Cámara en ejercicio, una distinción nobiliaria cuyo portador tenía paso libre en el Palacio Real.

Lo narrado se puede resumir con estas palabras de Varela extraídas del historial del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3:

“España mira angustiada las fuerzas de que dispone, y mientras organiza los medios que su vitalidad, sobre todo espiritual, le consiente, es precisamente en los Regulares de Ceuta donde se apoya su prestigio. Y esas Fuerzas, íberas de raza, de recluta indígena, son precisamente las que sostienen el Honor de la Madre Patria. Y pasado el peligro y llegado el momento, van a la Metrópoli a buscar el más precioso don para un Cuerpo, y sobre todo para un Cuerpo de Indígenas…la bandera de la inmortal España”.

Es de justicia reconocer, cuando se habla de la Campaña de Melilla (retirada de Annual, Socorro de Melilla y desquite o reconquista), sobretodo del socorro, pues de haber caído Melilla podía haber cambiado el rumbo de las operaciones en el Protectorado, la primordial y heroica participación de los Regulares del Grupo de Ceuta nº 3. Parece el sino de este tipo de Unidades, trabajadoras, calladas, abnegadas, sacrificadas, sin exabruptos ni estridencias, sin propaganda, a lo suyo, pero que bien se merecen sus heroicas y brillantes gestas el ser publicitadas y conocidas por nuestros compatriotas.

“Y los Regulares van y vienen a donde les mandan, y luchan aquí, y mueren allá, y nunca preguntaron porque mueren. Saben que mueren por España, y no quieren saber más”. ABC, 26 de mayo de 1923. ¡Fiel Regular!

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