El criterio de “por mis narices” del PP

Reduan
photo_camera Reduan Mohamed, diputado por MDyC

Es una verdadera vergüenza la manera que tiene el Desgobierno del Partido Popular en nuestra ciudad de imponer su mayoría, su cuestionable criterio y sus particulares decisiones. 

Tras haberse quedado sin argumentos frente a la flagrante ilegalidad que iba a suponer concederle de manera directa una subvención a la empresa Helity, contraviniendo la normativa europea y favoreciendo la competencia desleal, el Ejecutivo Local, pensádoselo mejor aunque continuando “en sus trece” en lo que a su decisón se refiere, ha optado esta vez por acogerse supuestamente a la legalidad vigente y sacar a concurso el contrato de patrocinio aéreo de la ciudad. Sin embargo, hacer trampas para conseguir ayudar con dinero público a una empresa privada para el patrocinio de su actividad, podrá ser de todo menos legal.

Si no se puede hacer a través de una subvención, lo haremos a través de un concurso, pero que el dinero se lo lleva, se lo lleva.  Esto es prácticamente lo que se deduce de la reprochable actitud del Desgobierno, que se ha empecinado en regalar a esta empresa de helicópteros nada más y nada menos que la suma de 325 mil euros de dinero público con carácter bianual, basándose en un informe que parece adivinar casi con exactitud el número de personas que alzarán su vista al cielo para observar la panza del helicópetro cuando las sobrevuele.

No me deja de parecer sorprendente que el propio portavoz del Gobierno, el Señor Hachuel, haya reconocido ante los medios que para no llevarse a engaños, aunque el contrato de patrocinio se haya sacado a concurso, la única empresa que cumple con todas las condiciones es la empresa Helity.  Es decir, que aunque parezca que es un concurso, en realidad, de lo que se trata es de un “traje hecho a medida” para una sóla empresa.  Aquella misma empresa a la cual el Desgobierno no pudo conceder de manera directa una subvención por ser ilegal, y que ahora sí lo hará, pero a través de un contrato que se sabe de antemano que le será adjudicado.  Y eso, por si no lo sabía el Señor Hachuel y el resto de los miembros del Desgobierno, tiene un nombre: a eso se le llama un fraude en toda regla. 

Este concurso supone una violación del principio de igualdad y una clara restricción de la competencia con un requisito de carácter territorial totalmente discriminatorio, que favorece claramente a la única empresa que actualmente puede operar en nuestra ciudad, la empresa Helity.

Claro, habrán pensado, si no lo podemos hacer conforme a la legislación, lo haremos a nuestra manera.  Esta es “la política” del Partido Popular en nuestra ciudad.  Esta es la particular manera que tiene el Desgobierno de gestionar el interés general. 

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