remitido

Día Internacional de los Refugiados

En el Día Internacional de los Refugiados el Partido Socialista Obrero Español quiere manifestar su honda preocupación tanto por el aumento del número de refugiados en el mundo así como por la creciente ola de intolerancia e insolidaridad a la que está sujeto este colectivo, especialmente en muchos países europeos.

refugiados
photo_camera Refugiados (ARCHIVO)

En el Día Internacional de los Refugiados el Partido Socialista Obrero Español quiere manifestar su honda preocupación tanto por el aumento del número de refugiados en el mundo así como por la creciente ola de intolerancia e insolidaridad a la que está sujeto este colectivo, especialmente en muchos países europeos.

Según datos de Naciones Unidas el número de refugiados beneficiarios de protección internacional ha aumentado en casi 3 millones de personas en solo un año, pasando de 22,5 millones de personas a 25,4 millones; y al menos 65,6 millones de personas han sido desplazados forzosamente, bien en el interior de su país, bien más allá de sus fronteras.

En 2018, Siria sigue siendo el país origen del mayor número de refugiados a nivel global con 6,3 millones de personas sufriendo esta condición. Asimismo, debemos destacar también el caso de Sudán del Sur, un conflicto que, a día de hoy, ha producido 1,4 millones de refugiados y 1,9 millones de desplazados en el interior de las fronteras del país –la gran mayoría de los cuales no llega a los 18 años de edad-.

Tras la frialdad de estas enormes cifras encontramos desconocidas historias individuales marcadas por la adversidad, la separación y la pérdida; encontramos familias en busca de un lugar seguro, que recorren su camino entre la vida y la muerte en esperanzados intentos de reconstruir sus vidas. Ante estos destellos de humanidad, es desgarrador ver como algunos estados cierran sus fronteras rehuyendo sus responsabilidades, en clara violación de los derechos humanos y de los tratados internacionales, condenando así a millones de seres humanos inocentes.

El crecimiento del nacionalismo exacerbado, el racismo y la xenofobia en muchos países europeos concentra su odio en los colectivos más vulnerables como el de los refugiados, retrotrayéndonos a tiempos oscuros de nuestra historia que nunca deberían ser olvidados. En todo caso, a pesar del envenenado discurso anti-inmigración que promueve la extrema derecha, la realidad es que  el 85% de los refugiados globales son acogidos por países de ingresos bajos o medios.

Por tanto, si bien el Día Internacional de los Refugiados debe entenderse como una expresión de solidaridad para con todas las personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares a causa de la violencia, la persecución y la guerra, desde el Partido Socialista, en este día tan significativo, nos vemos obligados a denunciar también el avance de estos movimientos y partidos xenófobos que aspiran a imponer su intolerancia e insolidaridad al conjunto de nuestras sociedades.

Frente a esta ola de insolidaridad en Europa, reivindicamos y celebramos la actuación del nuevo gobierno socialista de Pedro Sánchez que, acogiendo a los refugiados del barco Aquarius la pasada semana, respondió de forma ejemplar a una crisis humanitaria en ciernes, representando así también el carácter profundamente solidario de la sociedad española.

En este contexto, desde el Partido Socialista apoyamos también al nuevo Gobierno de España en su voluntad de liderar un cambio en la respuesta europea al drama de los refugiados, al tiempo que hacemos un llamamiento urgente para que el resto de Estados miembros de la Unión Europea lleguen a un acuerdo que permita articular una nueva política común para los refugiados.

Hasta ahora la respuesta al fenómeno ha sido una receta fallida de control y externalización de fronteras, procedimientos de expulsión y devolución de dudosa legalidad y aplicación cada vez más restrictiva de la legislación de asilo y refugio. El caso es que estos planteamientos se estrellan, una y otra vez, contra la realidad porque desprecian y hacen oídos sordos a los verdaderos protagonistas del fenómeno y a sus causas profundas. A estas alturas, es más que evidente que las políticas nacionales enfocadas únicamente a "contener" los flujos migratorios no funcionan.

Por tanto, o somos capaces de articular una solución europea o no habrá solución. El sistema actual concentra los refugiados en los países ribereños del Mediterráneo como España, Italia o Grecia, al tiempo que permite a otros países rehuir sus responsabilidades humanitarias. Frente a esta situación, instamos a las instituciones europeas a articular una respuesta universalmente vinculante en la que los Estados miembros compartan la responsabilidad humanitaria de una manera justa y en la que se ponga énfasis también en unos procesos de integración que aseguren la convivencia en los países de acogida. No se trata de repartir una carga, sino de compartir una responsabilidad global basada no solo en la noción de una humanidad común, sino también en las obligaciones derivadas del derecho internacional. 

Por último, la imperiosa necesidad de tener que construir un sistema común de acogida justo, integrador y eficiente, no puede hacernos olvidar, sin embargo, la importancia de atajar las causas que provocan, en primera instancia, el crecimiento del número de personas refugiadas. De esta forma, tanto la Unión Europea como la comunidad internacional en su conjunto deben trabajar intensamente en la prevención y resolución de conflictos, así como en la promoción y defensa de la democracia y los derechos humanos.

Nuestro mundo de hoy es global y se divide entre quienes ya se han dado cuenta de ello y quienes se resisten a entenderlo. La arquitectura de nuestro sistema de convivencia tiene uno de sus pilares en el reconocimiento de derechos como manera de proteger a los más vulnerables. Y el asilo es piedra angular de dicho sistema. Europa ya no se puede seguir permitiendo mirar hacia otro lado, son ya demasiados cadáveres.

En este Día Internacional de los Refugiados desde el PSOE reafirmamos, por tanto, nuestro compromiso de seguir trabajando, como cada año, con dedicación y entrega por la solidaridad con los refugiados y contra la intolerancia, al tiempo que apostamos por la articulación de una respuesta global que sea capaz de atajar tanto las causas del fenómeno como los procesos de acogida e integración de las personas refugiadas.

Más en Remitidos
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad