Remitido

La quiebra de España

La política económica la dirige Podemos. El insólito acuerdo entre el Gobierno de España y esta formación política, para los Presupuestos de 2019, es el ejemplo más clarificador de que Pablo Iglesias es el verdadero “vicepresidente económico”.

Casado atiende a los periodistas en la sede del PP ceutí en marzo de 2016 (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Casado atiende a los periodistas en la sede del PP ceutí en marzo de 2016 (C.A./ARCHIVO)

Desde su llegada al Gobierno, Pedro Sánchez no hace más que dirigir a nuestro país a la inestabilidad institucional y a una creciente amenaza de recesión económica. Su escasa fuerza parlamentaria ( menos del 25% de los diputados) y su afán de permanecer en la Moncloa sin más límite que el legalmente establecido (final de la legislatura) le hacen ser rehén de acuerdos y pactos con formaciones políticas que no aceptan a la España constitucionalista.

La estrategia territorial la definen los batasunos y los independentistas. El reciente encuentro de Zapatero con el terrorista Otegui no es sino la muestra más contundente de que en el PSOE están dispuestos a “pactar con el diablo” si hiciera falta para permanecer en el Gobierno.

El problema en Cataluña, lejos de resolverse, se encona con episodios tan lamentables como los vividos en los primeros días de octubre cuando la inacción intencionada del Ejecutivo puso en evidencia su escasa autoridad en aquella región española.

La política económica la dirige Podemos. El insólito acuerdo entre el Gobierno de España y esta formación política, para los Presupuestos de 2019, es el ejemplo más clarificador de que Pablo Iglesias es el verdadero “vicepresidente económico”.

De una tacada, pretenden incrementar los impuestos a los españoles en más de 5.000 millones de euros y, como era de prever, lo que ellos denominan grandes fortunas, sólo cubrirán un 11% de ese incremento tributario. El resto es fácil de deducir que saldrá, mayoritariamente, del bolsillo de los ciudadanos de clase media. Sólo el impuesto al diésel, que pagarán 17 millones de usuarios del Gasoil, ya supondrá mayor recaudación que el incremento previsto en IRPF y Patrimonio para las grandes rentas de este país.

El 85% de los autónomos tendrán que incrementar su cotización a la Seguridad Social en más de 420 euros anuales. El intento de ejercer mayor presión fiscal sobre nuestras empresas no hace sino paralizar los proyectos de inversión, crecimiento y creación de empleo que estuvieran desarrollando.

Una vez más, la izquierda nos plantea el juego de trilero para engolosinar a los ciudadanos con una ristra de medidas populistas que disfrazan el auténtico objetivo: incrementar el gasto público de manera exponencial e irresponsable. Se avecinan tiempos de dificultad para nuestra economía. El incremento de los tipos de interés, la subida del precio del petróleo, la guerra comercial con nuestros tradicionales socios y la incertidumbre sobre el Brexit son escollos que deberíamos afrontrar con una economía robusta.

No parece razonable que ante situaciones de previsible caída de la actividad económica y, en consecuencia, de la recaudación tributaria lo aconsejable sea incrementar el déficit estructural. Extender el gasto público, de la manera en la que pretenden hacerlo Pedro Sánchez y su socio Pablo Iglesias, subiendo los impuestos a nuestros ciudadanos e inversores es una estrategia equivocada cuyos resultados ya los hemos padecido los españoles, tras el Gobierno de Zapatero.

En esta dislocada agenda de Pedro Sánchez, y sus socios de la izquierda más radical, los batasunos y los independentistas, Ceuta no parece ser una prioridad. Pese a que el Gobierno de la Ciudad y los parlamentarios nacionales no cesen en su empeño de reivindicarlo en cualquier foro, no se tienen noticias de los convenios incluidos en los Presupuestos que aprobó el Partido Popular, ni de la reforma de la Frontera, ni del nuevo Instituto, ni del Ambulatorio del Tarajal, ni de la segunda fase de la Nacional 352.

En el PP seguiremos denunciándolo hasta que rectifiquen. Vienen tiempos muy complicados para los españoles, y lo que Pedro Sánchez debe hacer es acabar con este dislate, disolver las Cortes, convocar Elecciones Generales y dejar que sean los ciudadanos los que decidan. España no puede estar en manos de quien la quiere romper.

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