Dice el diputado más redondo de Vox, que en Ceuta ha habido un golpe de Estado para derribar al gobierno. Golpe el que le han dado a él, al parecer por demócrata y, tal vez, los jueces dirán, por lenguaraz chatero.
Si no recuerdo mal, él decía que Vivas era un traidor y que era un honor no tener nada que ver con ese personaje (Vivas). Ahora dice que los cuatro valientes que quedan suman 13 con los del PP. Esto no eran chats, está en la hemeroteca de campaña, respondiendo a un Vivas que anunció su lejanía de Vox porque eran (entonces) un peligro para la convivencia. Habrán cambiado.
No sé, la verdad. No soportan bien la libertad de expresión y la pluralidad informativa, a la que asocian con conspiraciones. Vamos, que quien no esté de acuerdo con ellos (él, que son todos), es un conspirador y golpista que no ama a su “ahora” adorado traidor de “antes”. Se permite vetar a la prensa libre en una sala de prensa pública, pero luego dice que eso es cosa de Madrid. Que el malo es Ortega Smith, que era el que quería cerrar mezquitas, vetar a la prensa enemiga y subvertir el orden constitucional acabando con las autonomías. Por acabar, acabando también con un Pacto de Estado cuya finalidad es ayudar a las víctimas de la violencia machista y luchar para erradicarla.
Pues si tan en desacuerdo están con el tío del rifle, que hagan como sus otros dos excompañeros y se vayan de Vox, pero me da que no.
Espero, por el bien del PP y de Ceuta, que Vivas, sólo les compre estabilidad, siempre buena para la ciudad, pero que el resto de la mochila se la queden ellos.
