Búscome, en el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, afirma que todavía esta práctica no está erradicada y que, aunque constituye un hecho cada vez más conocido por la ciudadanía debido a su amplia difusión en los medios de comunicación, debería de llevarse a cabo en todos los territorios un protocolo para su prevención y actuación. En Ceuta no conocemos ninguno.
Todavía se piensa que esta tradición es algo lejano a nosotros y existe un desconocimiento bastante generalizado sobre la posibilidad de que una joven pueda padecer la mutilación en nuestra ciudad.
El diagnóstico es fácil, pero el tratamiento se debe hacer desde un enfoque interdisciplinar, coordinado y en red. El diálogo, la sensibilización, la educación y la participación de las autonomías es imprescindible en la lucha contra esta violación de los Derechos Humanos . Además, el Protocolo Nacional está paralizado y obsoleto al dirigirse exclusivamente al personal sanitario, excluyendo a otros agentes tan importantes como los educativos y sociales.
La ablación está prohibida por ley o por constitución en muchos de los países arraigados a su práctica, y sin embargo se sigue haciendo.
La Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible acordó eliminar la mutilación genital femenina hacia el 2030. Este objetivo debe ser una prioridad mundial, y no se está teniendo en cuenta que al menos 200 millones de niñas y mujeres en el mundo son víctimas de la mutilación genital femenina, según un informe de UNICEF.
La mutilación genital no solo afecta a la vida sexual femenina, su salud también está en peligro ya que pueden surgir complicaciones en el parto, quistes, problemas de esterilidad, infecciones vesicales y urinarias.
