Como ceutí que se suele decir de “pura cepa” (nací, me críe y sigo viviendo en Ceuta), me siento orgulloso que mi ciudad sea distinguida con dos playas dentro del ranking de 589 banderas azules de todo el territorio nacional, pero al mismo tiempo me siento defraudado por la pésima gestión que realizan las personas que administran los bienes y servicios de mi ciudad, ya que con su labor hacen que ciudadanos con los mismos derechos naturales (nacer, vivir y residir), se sientan discriminados en cuanto a los servicios que reciben de estas personas responsables o autoridades, haciendo posible que existan ciudadanos de dos categorías según las barriadas en que residan y me refiero a que hay playas que cuentan con todos los servicios (Acceso fácil, bien acondicionadas, dotadas de todo el mobiliario necesario, limpieza etc.) y otras, formando parte del mismo municipio, carecen de todo ello presentando una panorámica verdaderamente lamentable y tercermundista.
La Barriada Juan XXIII, barriada humilde pero ilustre, tiene una playa en los bajos del puente que cruza la carretera nacional 352, playa que es utilizada por los propios vecinos de la citada barriada, así como vecinos de las barriadas colindantes que por diversos motivos no cuentan con los medios necesarios para desplazarse a esas playas de banderas azules, actualmente, esta pequeña pero coqueta playa carece a diferencia de otras de los mínimos servicios para el disfrute en optimas condiciones de limpieza y salubridad.
Con motivo de los recientes temporales de levante vividos, tanto la bajada como las escaleras de acceso a la misma desde la CN352, ha quedado totalmente descarnada con un desnivel de cierta consideración con el consiguiente peligro para las personas que quieran utilizar este acceso, estando estos obligados a utilizar una trocha o camino de tierras para acceder a la misma con el consiguiente peligro de caída o accidente.
Debido también a los temporales antes citados y al nulo mantenimiento realizado, la higiene y limpieza brilla por su ausencia, teniendo un aspecto más bien de patio de cantera por el exceso de material de piedras y rocas, algunas de gran volumen, aspecto impropio de una playa, no existiendo en toda ella ninguna sombrilla ni papeleras para el deposito de basuras, desconociendo si el PH de sus aguas cubren los niveles mínimos de salubridad.
Por todo lo anteriormente expuesto, los vecinos solicitamos a la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos que procedan a realizar las acciones necesarias para paliar las múltiples deficiencias y carencias denunciadas en pro de los derechos que debemos disfrutar como ciudadanos de la Ciudad.
