En relación al lamentable suceso producido en el día de ayer 17 de agosto de 2016 en el edificio público Ceuta Center, donde se descolgaba el único ascensor que funcionaba de los seis que existen, y caía hasta el sótano con dos personas en su interior; desde CSI·F queremos en primer lugar atribuir a la fortuna el que no pasen éstas calamidades mas veces, y por supuesto el que no tengamos que lamentar víctimas mortales. Pues ésta es la segunda vez que sucede esto, que tengamos constancia.
Atribuimos bien a la fortuna la no reiteración de éstos lamentables hechos, pues el Edificio Ceuta Center es carente de toda política de prevención de riesgos laborales, sin olvidar que ésta no es una corriente, una apetencia sindical o interés del empleado público el exigir derechos estériles (o al menos en éstos campos parezcan serlo). Pues si retrocedemos al menos al año 2007, la propia Ciudad Autónoma de Ceuta realizó unas Jornadas de Seguridad, donde por parte de los expertos se enumeraron las medidas preventivas que se tomarían, tendentes a garantizar la salud y seguridad de los trabajadores a su servicio, limitando y controlando así los accesos al edificio, concienciar de los riesgos al personal y sus responsables (los empleados lo estamos, a los responsables lo estamos esperando), la realización de ejercicios de emergencias y evacuación, y otras tantas más que debido a su naturaleza preferimos obviar atendiendo al nivel de alerta decretado por el Ministerio del Interior.
Nos consta que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Ciudad Autónoma de Ceuta ha interesado varios informes donde además de esto, ha plasmado lo que aconseja la legislación vigente, y elevado a quien procedía en cada momento.
Además de la Inspección de Trabajo que actuó en el año 2014 con resultado de la concesión de 3 meses para que la Ciudad subsanara graves deficiencias en el Edificio, que no ha subsanado.
No es extraño ver en el Edificio Ceuta Center, a empleados públicos, ayudando al ciudadano impedido a subir escaleras, cargar con carros de bebés, incluso portando en peso a personas mayores invalidas pues tampoco cumple el edificio con la normativa que regula las condiciones de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad.
Han sido años, los que el Edificio Ceuta Center tampoco ha cumplido con la Normativa de Ahorro y Eficiencia Energética donde no solo no se cumplía lo instruido en ésta normativa con la temperatura máxima calefactada de 21ºC y 26ºC si es refrigerada, sino que ni si quiera existía un aire acondicionado a pleno rendimiento incumpliendo también lo dispuesto en el Real Decreto 1027/2007 de 20 de julio, Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios.
Desde el principio del uso administrativo del Edificio Ceuta Center, se vienen sucediendo noticias y denuncias públicas con las filtraciones de agua en dependencias judiciales y municipales, en verano por el sistema de aire acondicionado y en invierno por lluvias. Cuando en el año 2010 se anunciaba una partida de 200.000€ destinada a subsanar por fin las carencias del edificio, que sumados a los 500.000€ que había costado una anterior reparación, y otros tantos... rozaba el millón de euros. Y en la actualidad se sigue reparando la cubierta, como hemos visto en fechas recientes, pues los empleados públicos nos seguimos mojando.
En fechas recientes, desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, se ha remitido una carta al Presidente de la Ciudad, como máximo responsable, pues ignoramos si tiene conocimiento real y directo de cuantas denuncias públicas y privadas se producen por parte de ésta Central Sindical Independiente y de Funcionarios desde hace mas de 10 años. No se ha producido respuesta alguna, ni antes ni ahora. Pues tras varios Consejeros y Directores Generales que han sido conocedores de la problemática reinante y el caos en materia de seguridad y prevención de riesgos laborales, no han materializado espíritu alguno a solventar éstos problemas. Ni cuando han recibido la firma de todos los empleados destacados en el edificio implorando medidas, éstas se han tomado.
El empleado público desconoce cuales son las medidas preventivas destinadas a velar por su integridad y seguridad. Recordemos que éstas quedan recogidas en la ley de prevención de riesgos laborales, donde el empleador está obligado a garantizar la seguridad y salud de los trabajadores a su servicio. Es la sensación de abandono e inseguridad la que reina en el Ceuta Center.
CSI·F no cejará en el empeño de exigir a la administración lo instruido en la prevención de riesgos laborales, y procurar que sus empleados se sientan seguros en el desempeño de sus funciones y no se mojen mientras trabajan, no resbalen por las escaleras nuevamente, no convivan con ciudadanos en situación de indigencia en sus pasillos o pueda el ciudadano con alguna limitación o carga acceder a cuantas instalaciones estén a su disposición en el edificio, entre otras.
