Yo soy Sakona, Matés y Testa

Ramón Rodríguez
photo_camera Ramón Rodríguez, Unidas Podemos

En un audio supuestamente atribuido al señor Redondo, la ultraderecha al mejor estilo mafioso señala a quienes les molestan entre otros motivos por no bailarles el agua. Entre otros motivos por informar con libertad. Entre otros motivos por no dejarse amedrentar por ellos.

Yo soy Sakona, Matés y Testa.

Y todas deberíamos serlo porque ellos representan lo que la ultraderecha odia. La capacidad para el odio de algunos de “los de Vox” es infinita. Y muchos de ellos son docentes. Podríamos preguntarnos: ¿Qué valores estarán transmitiendo? ¿Qué formación estarán impartiendo? No se conforman con ir contra la democracia, contra los derechos humanos, contra la libertad de expresión, contra....

¿Así se hace política?

Siempre pensé que se basaba justo en lo contrario.

¿Así se crea comunidad?

Es evidente que es justo lo opuesto a la unidad y el respeto.

Entonces ¿qué hacen estos señores? ¿qué pretende este partido?

Quizás lo relevante no sean estas preguntas sino ¿quién se lo permite?

En Ceuta al igual que en Madrid, Andalucía o Murcia, el PP.

Cuando empecemos a ser plenamente consciente de eso y cada vez que hable el señor Redondo le pongamos la cara del señor Vivas comenzaremos a percibir nítidamente el problema y su envergadura. Es revelador que no critiquen a la televisión pública ceutí. Eso no solo es significativo, sino que la coloca en un lugar incómodo y muy definido. No lo digo yo, lo dice el señor del audio. Que cada cual saque sus conclusiones, y me gustaría indicar que una cosa son los profesionales que trabajan en un medio y otro el medio y quién o quiénes lo dirigen.

Yo soy Sakona, Matés y Testa. Y por supuesto, igualmente, esos medios a los que en el audio se coloca en el centro de la diana.

Me resta decir que en tanto en cuanto se aclaran e investigan, si es que se hace, estos nuevos audios, este artículo es un absoluto canto a la suposición de lo expuesto, salvo al hecho de que yo soy Sakona, Matés y Testa y aquellos medios que aparecen en el audio, supuestamente, atribuido al señor Redondo.

Independientemente del audio, ¿qué hacen estos señores de Vox? ¿qué pretende este partido? Quizás lo relevante no sean estas preguntas sino ¿quién se lo permite? En Ceuta al igual que en Madrid, Andalucía o Murcia, el PP. Cuando empecemos a ser plenamente consciente de eso y cada vez que hable el señor Redondo le pongamos la cara del señor Vivas comenzaremos a percibir nítidamente el problema y su envergadura.

Yo soy Sakona, Matés y Testa. 

Siempre que ellos me lo permitan y entiendan que les muestro mi máximo respeto y apoyo ante los injustificables ataques personales y profesionales del audio atribuido, supuestamente, al señor Redondo.

Intencionadamente he regado el presente artículo de supuestamente pues difícilmente se podrá demostrar quién es el autor de los insultos y amenazas que se escuchan. Posee el mismo grado de dificultad que resolver quién se esconde tras el misterioso “M. Rajoy” en los papeles de Bárcenas.

Con o sin audios, con o sin declaraciones, a nadie debiera sorprender que la ultraderecha se comporte como ultraderecha. Ayer en el parlamento andaluz pudimos asistir a un ejemplo más de como desde los oscuros rincones de la prepotencia, el machismo y el totalitarismo el portavoz de Vox mandaba “a tomar por …” a la presidenta de dicho parlamento. El insulto, las formas altaneras y maleducadas van más allá de la persona que las recibe, está escupiendo directamente sobre las instituciones democráticas en la sala donde está representada la voz del pueblo andaluz. Menos mal que el portavoz de Vox interpeló a su socia de Gobierno en Andalucía, quizás esa cercanía le permitiese expresarse con esa familiaridad tan sonora: “a tomar por …”. Pero sinceramente por mucho que vayan cogidos de la mano, en Andalucía, Madrid, Murcia o Ceuta, Vox, PP y Cs la falta de respeto está siempre, siempre, fuera de lugar. Las amenazas y los insultos, siempre, siempre, fuera de lugar. Los ataques personales, siempre, siempre, fuera de lugar.

¿Qué hacen estos señores de Vox? ¿qué pretende este partido? Quizás lo relevante no sean estas preguntas sino ¿quién se lo permite? En Ceuta al igual que en Madrid, Andalucía o Murcia, el PP. Cuando empecemos a ser plenamente consciente de eso y cada vez que hable el señor Redondo le pongamos la cara del señor Vivas comenzaremos a percibir nítidamente el problema y su envergadura.

Yo soy Sakona, Matés y Testa. 

“Chinlachi” viene a significar donnadie y quizás se haya pasado por alto la importancia de esta expresión en el contexto de la intervención del audio. Para el responsable de lo verbalizado aquellas personas que no están adoctrinadas en el fascismo son donnadies, aquellas personas que no piensan como él son donnadies, aquellas personas que no se doblegan a la voluntad totalitaria del macho alfa y de los valores sectarios son donnadies, etc. Pues yo también soy un donnadie y doy gracias a Dios, si existe, por ser un donnadie en la cosmogonía fascista de la ultraderecha ceutí, que es la misma de la ultraderecha nacional y demasiada cercana a la del PP.

Un muerto de hambre es una persona con muy pocos recursos o ninguno, con nula relevancia social y al límite de la exclusión o inmerso directamente en ella. No debe extrañar a nadie que para los abanderados de la aporofobia esta sea una forma de insultar, menospreciar e intentar degradar. Para los enamorados del fascismo y el radicalismo de derechas el ser pobre no demuestra sino tu incapacidad, tu fracaso personal (no el de la sociedad) y no mereces ni agua, solo desprecio y en fechas señaladas alguna limosna para mantener la visión que ellos mismos tienen de sí mismos. Este comentario escuchado en la grabación también es relevante pues define perfectamente a quien lo haya dicho.

Con un poquito de escucha concentrada podemos comprobar como no solo yo soy Matés, Testa o Sakona sino que existen muchísimos Testa, Sakona y Matés para el actor principal de la grabación. ¡Sea quién sea!

Martin Niemöller:

“Ellos vinieron”

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio,

porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio,

porque yo no era socialdemócrata

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

no protesté,

porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a buscar a los judíos,

no pronuncié palabra,

porque yo no era judío,

Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí,

no había nadie más que pudiera protestar.

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