Tendámosle la mano, pongamos el corazón...

Cajal siempre ha estado vinculado a la venta ambulante. Sus padres durante años tuvieron el puesto de palomitas, golosinas y globos en la Gran Vía. Tras la muerte de su madre, ellos han querido seguir con la tradición, pero ahora se ha convertido en una necesidad. Junto a su mujer son padres de 5 hijos que cuidan y educan con todo el amor del mundo. Pidieron un préstamo personal y se aventuraron a poner un pequeño carromato en la Plaza de los Reyes, con la intención de ofrecer buñuelos y otras golosinas.

Su licencia de actividad tiene inconvenientes y han recibido una carta para su cierre. Solo quieren que les permitan seguir ganándose la vida honradamente mientras se soluciona el tramite de la oportuna licencia.

Por favor, comparte, no les dejemos solos. Apoyemos a esta familia caballa y exijamos entre todos una pronta solución para la familia Cajal/Torres y sus hijos. Necesitan apoyo social, no les demos la espalda por favor...

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