2015. MEDIO AMBIENTE

Los vertidos y el fuego, los peores enemigos

En materia de Medio Ambiente, Ceuta no olvidará el año que está a punto de acabar. 2015 empezó con un vertido de fuel en sus playas debido a una rotura en una tubería de Cepsa. Nueves meses después, 25 hectáreas del Monte de la Tortuga se quemaron como consecuencia de unas prácticas de tiro militares. 

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photo_camera Panorama desolador del Monte de la Tortuga tras el incendio /ANTONIO SEMPERE

Vertido. En diciembre de 2014 Ceuta sufrió un vertido de fuel en sus playas de la bahía norte. El origen, un escape en las tuberías de Cepsa. La fuga de fuel oil provocó que las administraciones tomaran medidas inmediatas para evitar la contaminación o la extensión del fuel por más zonas de Ceuta.

Los operarios de la petrolera se centraron en actuar en el túnel que discurre bajo las instalaciones de Cepsa en Benítez, mientras en el dique de Poniente y en el interior del puerto se colocaban barreras antipolución y sistemas de absorción, denominados mantas olefílicas.

Como medida preventiva también se llegó a suspender el suministro de combustible a buques, lo que ocasionó graves perjuicios a las empresas portuarias que viven de la llegada de buques a puerto para repostar.

En todo momento se mantuvieron reuniones entre las partes implicadas: Capitanía Marítima, la Autoridad Portuaria, la Ciudad y la empresa Cepsa bajo la coordinación de la Delegación del Gobierno.

Un mes después de los hechos quedaba desactivado el Plan Marítimo Nacional establecido y Capitanía Marítima daba por controlado y normalizada la situación en las playas afectadas por los vertidos de combustibles. La Consejería de Meduio Ambiente continuaba con las labores de limpieza que se extendieron hasta meses después.

En febrero el gerente de Acemsa, Juan Manuel Sánchez, aseguraba que no se había detectado contaminación en las aguas ya que los vertidos se habían producido cerca de la orilla y el fuel tiende a quedarse en la superficie.

Pasados los meses comenzaron los temporales que en más de una ocasión han propiciado la salida a la luz de restos de los vertidos contaminantes por diferentes zonas de Ceuta.  Los últimos restos se hacían visibles en las playas de San Amaro y La Bolera.

A día de hoy el asunto sigue trayendo cola, los partidos de la oposición aún buscan responsabilidades sobre lo ocurrido. El PSOE ha instado en varias ocasiones al Gobierno iniciar un expediente sancionador contra Cepsa y obligar a la empresa a abonar el coste de las labores que finalmente fueron asumidas por la Ciudad.

Por su parte Caballas no ha cesado de exigir responsabilidades por esta grave agresión al medio ambiente.

El asunto sigue abierto.

Incendio en el Monte de la Tortuga. El 5 de octubre Ceuta sufrió otro importante desastre ecológico. A las 11.00 horas se iniciaba un incendio en el Monte de la Tortuga. A los pocos minutos, la magnitud del fuego obligaba a activar el plan de incendios forestales de la Ciudad y a decretar el nivel de alerta 2.

En torno a las tres de la tarde, el incendio quedaba estabilizado. Hasta ese momento, la inquietud por la suerte de las zonas habitadas en el entorno del siniestro, hizo que fueran desalojadas cientos de personas incluidos los residentes del CETI.

Los efectivos que atacaban el fuego sobre el terreno recibieron el apoyo de un helicóptero del Ministerio de Agricultura, horas más tarde de la Unidad Militar de Emergencia (UME) que se desplazaba desde Morón de la Frontera con 40 soldados y ocho vehículos. 

El puesto de mando se instaló en el Mirador de Isabel II desde donde se daban todas las órdenes.

Aún no se habían sofocado las llamas cuando Delegación del Gobierno confirmaba que el origen del fuego se encontraba en las prácticas de tiro que a esas horas estaban desarrollando unidades militares. 

A las siete de la tarde, el incendio se declaraba controlado aunque no extinguido. Fue de madrugada cuando los efectivos que trabajaban en la zona pudieron confirmarlo de manera oficial. Durante dos días, Bomberos y UME refrescaron el terreno para evitar que reavivaran las llamas. 

El resultado de esta catástrofe, 25 hectáreas de masa forestal fueron pasto de las llamas. 

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