Las autoridades ya no pueden ocultar su inquietud ante el progresivo avance del número de contagios por coronavirus, una situación epidemiológica que sitúa a Ceuta por encima del medio centenar de casos activos, lo que no sucedía desde abril.
La movilidad sigue constituyendo uno de los principales quebraderos de cabeza de los responsables de la gestión de la crisis. Cerrada la frontera, los tránsitos a través del puerto se encuentran en el punto de mira.
Esta situación ha llevado a la Ciudad, la Delegación del Gobierno y la Autoridad Portuaria a citarse mañana a una reunión en la que habrán de valorar qué nuevas medidas pueden adoptarse para ejercer un más estricto control sobre el tráfico de viajeros.
Aunque la Ciudad, competente en materia de salud pública, no ha precisado qué propuestas llevará al encuentro, el vicepresidente segundo del Gobierno local, Carlos Rontomé, anunciaba la pasada semana que la práctica de test rápidos los viajeros procedentes de zonas consideradas de riesgo era una medida que no se había desechado.
La intención es la de reforzar los controles más allá de las medidas que la Autoridad Portuaria ya estableció con la llegada de la nueva normalidad.
La Consejería de Sanidad también ha pedido al Ministerio que las personas que arriben a Ceuta llegados a España desde terceros países con alta incidencia del virus se sometan a pruebas PCR.
