La Ciudad ha adquirido 10.500 dosis de vacunas contra la gripe para su distribución entre la población. La campaña de vacunación comienza hoy con el objetivo de ampliar la cobertura de los potenciales beneficiarios, apenas un tercio de los mayores de 64 años el pasado curso.
Hasta el momento, los servicios de salud de la Ciudad han repartido el 54 por ciento de las dosis entre distintos centros sanitarios de la localidad. El total de existencias ha supuesto para las arcas públicas un desembolso de 41.715 euros.
Uno de los retos de las autoridades sanitarias pasa por corregir el bajo índice de cobertura vacunal que registra la ciudad. Según datos del Ingesa, que incluye sólo las atenciones prestadas en los centros de su competencia, durante el año pasado 3.292 personas recibieron la vacuna.
La consejera de Sanidad, Adela Nieto, ha presentado esta mañana la campaña de vacunación en el transcurso de una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por la directora general de su departamento, Rebeca Benarroch, y el director territorial del Ingesa, Fernando Pérez Padilla.
Grupos de riesgo
La vacunación está recomendada fundamentalmente para personas con enfermedades previas que pudieran agravarse en caso de contraer la gripe, para mayores de 65 años y para quienes estén en contacto con grupos de alto riesgo, ya que pueden transmitírsela.
Así, resulta recomendable la vacunación entre niños mayores de 6 meses y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares, metabólicas, hepáticas o pacientes con obesidad mórbida, entre otros. También se sugiere la vacunación a residentes en instituciones cerradas que padezcan procesos crónicos o mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
Entre las personas que pueden transmitir la gripe a aquéllas que presentan un alto riesgo de sufrir complicaciones figuran los trabajadores de los centros sanitarios y de instituciones geriátricas o que atiendan a enfermos crónicos y aquéllos que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o ancianos.
También se consideran integrados en los grupos de riesgo los profesionales de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, bomberos, servicios de protección o empleados en instituciones penitenciarias.
Curiosamente, las mayores resistencias en Ceuta se registran entre los profesionales sanitarios, uno de los grupos de riesgo para los cuales está recomendada la administración de la vacuna. La Ciudad y el Ingesa han emprendido una campaña entre las personas que trabajan en servicios públicos esenciales como los sanitarios, policías o bomberos para animar a estos profesionales a vacunarse. Según datos facilitados por la Ciudad, apenas un 10 por ciento de los policías destinados en Ceuta solicitaron la vacuna el pasado año.
Las autoridades recomiendan como medidas para prevenir el contagio el mantenimiento de hábitos de higiene como el lavado frecuente de manos, el uso de pañuelos de papel desechables, evitar contactos cercanos y no compartir vasos, cubiertos u otros objetos que hayan podido estar en contacto con saliva o secreciones.
