La Audiencia Nacional juzga desde este lunes a una joven ceutí de 25 años detenida en Ceuta en 2014 como presunta integrante de una red dedicada a la captación de mujeres jóvenes para su envío a Siria con el propósito de hacerlas ejercer como esclavas sexuales de los terroristas de Daesh. Junto a la ceutí, se sientan en el banquillo otras dos mujeres y un hombre. Todos ellos se enfrentan a penas que oscilan entre los 7 y 8 años de cárcel.
Una de las mujeres acusadas, Fauzia Al-Lal Mohamed fue detenida previamente en Melilla cuando intentaba pasar en Marruecos acompañada de una niña de 14 años, también ceutí. Su intención era, presuntamente, la de iniciar el viaje que llevaría a la menor hasta Siria.
La menor aceptó en 2015 cumplir una medida de dos años de internamiento en régimen cerrado por terrorismo.
“Las reclutadoras activas ahora detenidas ofrecían a las jóvenes una visión completamente falsa e idealizada de lo que sería la vida en lo que denominan Califato del Estado Islámico, bien como verdaderas ‘guerreras yihadistas’, bien como protagonistas de una vida sentimental perfecta al lado de un muyahidín”, describió el Ministerio del Interior la actividad de las arrestadas.