la ciudad Sufre los efectos de ser una frontera no sólo con Marruecos, sino con todo el continente africano

¿Es Ceuta una ciudad insegura?

El último suceso acontecido en el puerto de Ceuta con el atropello de un migrante marroquí y el anuncio realizado por el Gobierno, una vez más, de la promesa de un incremento de Fuerzas de Seguridad del Estado, han vuelto a poner en el primer plano de la actualidad el debate de la falta de seguridad en la ciudad.

Frontera de El Tarajal (C.A.)
photo_camera Frontera de El Tarajal (C.A.)

Las redes sociales se han convertido en el mejor amplificador para que los ciudadanos hagan públicos sus mensajes y sus opiniones, aunque en muchas ocasiones se echan en falta reflexiones serias y profundas sobre un asunto tan delicado. En la mayoría de las ocasiones las redes sociales se convierten en plataformas de acción-reacción. Para entenderlo mejor; pasa un suceso y de seguida se incendian las redes. Se vierten todo tipo de declaraciones al respecto. Unas son más acertadas y otras los son menos. Pero la alarma social se extiende a gran velocidad.

Ello provoca en el ciudadano una sensación de inseguridad tremenda, que a veces provoca a que se llegue a distorsionar la realidad, al menos así lo entienden los expertos en la materia, que son de la opinión que las ratios y los índices de criminalidad no son distintos de otras poblaciones similares.

Lo que hace totalmente distinto a Ceuta del resto es su emplazamiento, su situación geográfica y, sobre todo, el hecho de ser frontera del Sur de Europa no sólo con Marruecos, sino con el continente africano. Esto le conlleva a tener que soportar unos efectos transversales y unos daños colaterales que per se no tiene.

Partiendo de la tesis que la seguridad es una sensación, la presión a la que está sometida la ciudad por agentes externos la convierte en una caja de resonancia que multiplica, y en mucho, los efectos de cualquier suceso que acontezca. Sus reducidas dimensiones y su población provocan que una acción, por muy pequeña sea, corra como la pólvora generando la alarma y, en muchas, ocasiones el miedo.

Para entender bien todo lo relativo a la seguridad en Ceuta habría que centrarse en tres ejes fundamentales. La migración, el crimen organizado y el yihadismo.

En el primero de los apartados se agruparía al fenómeno migratorio que asola al perímetro fronterizo y, últimamente, al litoral, ya que las mafias suelen cambiar los procedimientos para conseguir el objetivo de la entrada ilegal de este tipo de personas en el territorio nacional. Una vez aquí, los migrantes, tras pasar por las dependencias policiales para su filiación, son conducidos hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Este es un centro totalmente abierto, a diferencia de los CIES, que no lo son. Ello hace que los migrantes se puedan mover con total libertad por toda la ciudad, sobre todo por la zona cercana a las instalaciones portuarias.

Aparte de subsaharianos, hasta Ceuta llegan muchos argelinos y, últimamente, según los expertos en seguridad, paquistaníes. Las mafias han establecido nuevas rutas para hacerlos llegar hasta nuestra ciudad.

Dentro de este mismo contexto, el de la migración, se encuentran los Menores No Acompañados (Menas). Este es un problema aún mayor sencillamente por la legislación vigente. En la actualidad, según las cifras, en la ciudad puede haber unos doscientos. Dividiéndose en dos grupos, los tutelados y los incontrolados, en estos momentos es uno de los mayores problemas que tienen las autoridades ceutíes, que han llegado a reconocer la situación provocado por los mismos les ha desbordado. Al igual que lo migrantes, los que están tutelados, que no son la mitad aproximadamente, viven en el Centro de la Esperanza, que es un centro abierto, por lo que también disfrutan de libertad para estar por ciudad.

Los no controlados, esos que desechan la oportunidad de ingresar en un centro y aprovechar los recursos que la Ciudad les ofrece, son los que suelen ofrecer mayores problemas. Su vida la hacen dentro de las instalaciones portuarias. Al igual que muchos migrantes mayores de edad, en su mayoría argelinos, su único objetivo es el de aprovechar la más mínima oportunidad para colarse bien sea en un barco, un camión o cualquier otro tipo de vehículo para cruzar a la Península. Este viernes, la Guardia Civil desalojaba a casi un centenar de ellos de la zona de la escollera de Poniente y desmantelaban los asentamientos que habían construido para permanecer en la zona.

El atropello de uno de ellos por parte de una camionero hace pocas fechas ha sido la espita para que el debate estalle tanto en la sociedad como en las dos sesiones plenarias celebradas esta misma semana.

Por último tampoco se puede dejar de lado la cantidad de personas que a diario acceden a Ceuta para buscarse la vida a través del porteo, controlado, según los expertos por mafias, que se aprovechan de la necesidad de estas personas para hacer sus negocios. Un ejemplo de ello, puesto por una de las fuentes, es la cantidad de camiones que arriban hasta la ciudad cargados de mercancías que, de ninguna manera, es para el consumo de la población ceutí. Una ciudad que cuentan con una cantidad importante de establecimientos de alimentación, cuyas ventas están orientadas a la población del país vecino.

Todo ello provoca que la frontera de El Tarajal, a todas luces, sean unas instalaciones suficientes en la que es difícil y muy complicado combinar la seguridad con la fluidez.

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Crimen organizado

En cuanto al crimen organizado, la proximidad de la ciudad a los grandes centros de cultivo de hachís hace que en la misma existan organizaciones que, aunque no se dedican al tráfico exclusivo de sustancias estupefacientes, si puedan prestar otros servicios más que necesarios para llevar a cabo operaciones de este tipo. El tráfico de hachís es evidente que transcurre por el Estrecho. Tiene su arranque en la costa marroquí y su punto de llegada la andaluza, sobre todo el litoral del Campo de Gibraltar, zona en la que las Fuerzas de Seguridad del Estado vienen librando importantes batallas para desmantelar los grandes entramados dedicados a ello.

Las estadísticas hablan por sí mismas y las cantidades de esta sustancia estupefaciente que se aprehenden son mínimas. Eso no quita para que en la ciudad no existan organizaciones que ofrezcan otras coberturas necesarias para llevar a cabo este tipo de acciones. Han sido varias las operaciones llevadas a cabo por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado en este sentido.

yihadismo helicóptero traslado detenidos enero 2015

Yihadismo

Ceuta tampoco está al margen de la amenaza del yihadismo. Es una de las ciudades, junto con Madrid, Barcelona y Melilla, en las que más acciones contra esta lacra han llevado a cabo las Fuerzas de Seguridad del Estado.

A nadie se le escapa, que el Norte de Marruecos es un foco de radicalización importante pese a los esfuerzos que realizan las autoridades del país vecino para erradicar y acabar con este problema. Nada más baste recordar, por citar algunos ejemplos, la procedencia de los integrantes de las células que acometieron masacres como las del 11 M o la del imán que estaba a la cabeza de los últimos atentados llevados a cabo en Barcelona.

Ello obliga, como bien explican los expertos, a tener que redoblar los esfuerzos en seguridad en el paso fronterizo de El Tarajal. No queda más remedio, dicen, que extremar las medidas para tratar de impedir que sea un paso utilizado por estos grupos para sus actividades. La coordinación y la colaboración en esta materia con Marruecos es importante, aunque no es óbice para que se den casos como el del último yihadista apresado en Turquía hace pocas fechas, que utilizaba la frontera de Ceuta, la de El Tarajal, para moverse entre Marruecos y España.