arrestos en castillejos, tetuán y altea

Las policías española y marroquí desarticulan dos células yihadistas y practican cuatro detenciones, una de ellas en Ceuta

Los detenidos actuaban en colaboración directa con la organización terrorista Daesh, dedicados a tareas de adoctrinamiento y a la captación de nuevos yihadistas. La célula recibía instrucciones directas y apoyo logístico de una "katiba" radicada en territorio sirio-iraquí. El detenido en Ceuta es un marroquí de 34 años. La operación continúa abierta. 

yihadista policía nacionalyihadistaLa comitiva policial traslada al detenido, que viaja en el coche negro, desde la Comisaría/ A.S.

Agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y de la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST) del Reino de Marruecos, en colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia, han detenido a cuatro individuos de nacionalidad marroquí, uno de ellos en Ceuta, como presuntos integrantes de dos células terroristas radicadas en ambos país. Los arrestados actuaban de manera coordinada en colaboración directa con la organización terrorista Daesh. Los agentes también han practicado detenciones en la localidad alicantina de Altea y en las ciudades marroquíes de Tetuán y Castillejos.

Las detenciones son el resultado de las pesquisas iniciadas en 2014 cuando los investigadores tuvieron noticia de la integración de dos individuos que habían residido en España en una unidad o “katiba” adscrita al Daesh. La estructura de esta “katiba”, radicada en la zona de conflicto sirio-iraquí, se organizaba en torno a dos células diferenciadas asentadas en España y Marruecos a las que les habían sido encomendados objetivos específicos. Los integrantes de ambas células, fuertemente radicalizados, mantenían una colaboración estable entre ambos lados de la frontera. Según subraya el Ministerio del Interior, todos ellos habían adquirido un “profundo compromiso” con los postulados de Daesh.

Los dos detenidos en España sostenía una “comunicación directa, constante y fluida” con reclutadores y dirigentes de la organización terrorista. Ambos desarrollaban tareas específicas. Así, mientras uno de ellos se ocupaba de las tareas de adoctrinamiento y radicalización de seguidores para la yihad, el segundo ejercía de “sheik” o director espiritual de los prosélitos. “Esto le convertía en una peligrosa arma de convicción y adaptación”, advierte Interior en un comunicado.

Los miembros de la célula observaban rígidas medidas de seguridad en sus desplazamientos y comunicaciones telefónicas. Los detenidos limitaban sus contactos a un reducido círculo con el fin de eludir la potencial vigilancia de la policía.

Mientras, la célula asentada en Marruecos se esforzaba en garantizar la ortodoxia del grupo.

Los integrantes de la “katiba” radicada en Siria se encargaban, a su vez, de mantener en conexión las dos células terroristas con Daesh. Desde allí se impartían instrucciones precisas a los yihadistas y se les proporcionaba material propagandístico de la organización para su difusión.

La relación entre las dos células desarticuladas se materializaba mediante frecuentes viajes de los detenidos a uno y otro lado de la frontera con el objetivo de fortalecer la cohesión del grupo, así como para determinar líneas de actuación y apoyo logístico mutuo.

Además, la estructura terrorista asumía plenamente la estrategia global diseñada por Daesh en lo referido a formación de células locales autónomas, que se erigen como una prolongación de la organización terrorista. Según Interior, la peligrosidad de los detenidos se debía, no sólo a su capacidad de adoctrinamiento, radicalización y captación de adeptos para la yihad, sino también a su predisposición a pasar al siguiente estadio y desplazarse a la zona de conflicto para convertirse en mártires y, como última ratio, perpetrar algún tipo de ataque terrorista en su país de origen o residencia.

Por otro lado, ambas células utilizaban las redes sociales como plataforma de intercambio y difusión de mensajes y material multimedia, donde, además de publicitar y ensalzar el ideario de Daesh, realizaban llamamientos a todos los musulmanes, incitándoles a hacer la yihad atendiendo a la proclama de la organización: “Luchar contra los infieles allá donde se encuentren".

Las detenciones se han practicado bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 6 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. La operación continúa abierta.