La Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Caído y Virgen Santísima de la Amargura de San Juan de Dios comenzaba a las 18.00 horas su estación de penitencia con una salida multitudinaria de su Casa de Villajovita
Este paso popular, cuya devoción se afinca en una de las barriadas más añejas de Ceuta, hace de su sencillez su principal encanto.
Los nazarenos con túnicas burdeos y antifaz negro han acompañado a las imágenes por un recorrido que ha atravesado la Avenida España para adentrarse por los Jardines de la Argentina, uno de los momentos más emotivos en los que ha podido apreciarse la belleza de las tallas, cobijadas bajo la umbría que proyectan los árboles en su combate con la luz artificial y fría de las farolas.
El paso de Misterio ha contado con una banda de Sevilla, Virgen del Buen Suceso. Los Corrales. El palio ha estado acompañado de la banda de música Ciudad de Ceuta. El trabajo realizado entre el cuerpo de capataces y las cuadrillas de costaleros se ha dejado sentir durante toda la estación de penitencia.
Pasadas las nueve de la noche la procesión entraba en carrera oficial, una hora larga antes de hacer su estación en la Catedral.
La comitiva enfila el Puente del Cristo camino de vuelta a la casa de hermandad, donde tiene prevista su recogida en torno a las tres de la madrugada.
Una revirá para soñar
Todo es elegancia desde que aparece el trono de Jesús de la Flagelación para girar desde Teniente Pacheco hacia calle Mina. Es uno de los momentos más majestuosos que vive esta cofradía en su salida. Todo bajo el sol del Miércoles Santo. La cofradía ha vuelto a poner todo en su sitio y su cortejo recuerda a los clichés, tanto en su estética como en su tamaño. Elegancia hasta en la levantá .
El conjunto escultórico es de una belleza sin igual. Nuestro Padre Jesús de la Flagelación, obra del sevillano, Juan Manuel Miñarro, va acompañado de centuriones romanos son obra de Fernando Murciano, menos el que señala, cuya autoría corresponde a Manuel Mazuecos. Las figuras representan el momento en el que Jesús es azotado atado a la columna
Unas obras próximo a la casa de hermandad no han restado belleza a la preciosa estampa de la revirá de Teniente Pacheco con calle Mina, aunque la cofradía ha tenido que dar un rodeo por Fructuoso Miajas para enlazar con Agustina de Aragón y alcanzar la calle Real.
Una comitiva, muy bien organizada, con nazarenos con túnicas bancas, escapulario y cíngulo azul. Precioso el conjunto de pequeñines vestidos de monaguillos, así como el conjunto de hermanos con dalmáticas y ciriales. Poco a poco, Jesús de la Flagelación se ha vuelto a encontrar con su pueblo.
En el centro de la procesión, una representación de Caballería Montesa y Cazadores de Ceuta, cuyo coronel iba en la presidencia delante de María Santísima de la Caridad.
El misterio y el palio se podían ver y escuchar en calles Real como Agustina de Aragón al mismo tiempo.
El paso de María Santísima de la Caridad se asomaba a la calle, en su salida, con un sol radiante, que hacía que su varales brillasen con más intensidad si cabe. El manto azul alcanzaba al mezclarse con el del cielo, sobre todo en las calles más ampliasa del recorrido y los costaleros la han mecido con estilo , lo que ha hecho que el palio, que este año estrenaba la bambalina trasera, se acompasara con las sonidos de lar marchas que iba interpretando la banda municipal de Albaida del Aljarafe.
El regreso de la hermandad es, sencillamente, un monumento al buen gusto.
