La climatología respetó las salidas procesionales

El cielo supo esperar y los desfiles del Jueves Santo lucieron con brillantez

La climatología respetó las salidas de los desfiles procesionales del Jueves Santo en Ceuta. Todas las cofradías pusieron sus pasos en la calle en uno de los días importantes de la Semana Santa ceutí.

Por la mañana no había buenos presagios. La lluvia caída durante la madrugada provocó que las calles amaneciesen mojadas. Pero si se alzaba la mirada hacia el cielo, el panorama era aún peor nubes grises que hacían pensar en lo peor.

Pese a ello, los integrantes de las cofradías, Encrucijada, Penas y Descendimiento, este último con salida en la madrugada del Viernes Santo, continuaron con los preparativos. No hubo desánimo alguno.

Sobre las tres de la tarde, un abanico de esperanza para los cofrades se instalaba en sus retinas. Un sol radiante se abría paso entre las nubes para apoderarse de un cielo azul.

Costaleros, hermanos y todos los que trabajan durante el año para hacer su salida con la cofradía respiraban tranquilos y una sonrisa se instalaba en sus labios ¡Que sí, que salimos!, se oía en los templos.

Pasadas la cinco y media y en un palio precioso, María Santísima de las Lágrimas salía desde la parroquia de San José para dirigirse por Teniente Coronel Gautier para encontrarse con su hijo, el Cristo de la Encrucijada, que salía del patio de la Comandancia de la Guardia Civil.

Ambos a paso lento se fueron acercando hasta el punto de reunión para dejar en las retinas de los ceutíes, un año más, una de las mejores estampas de la Semana Santa de Ceuta.

Pedro Mariscal leyó una plegaria. Mientras los costaleros iban acercando las imágenes ante las atentas miradas de todas las personas que se dieron cita ante el monumento a Regulares. Llega el momento culmen cuando una saeta hizo el silencio en el lugar y los costaleros acercaban más y más las imágenes. María Santísima no pudo contener las lágrimas, de ahí el nombre de la imagen, al encontrase con su hijo. Los rayos del sol penetraban por el techo calado del palio de la Virgen, lo que provocaba que corona brillase más si cabe. Un momento, sin duda, inolvidable.

Mientras la cofradía de la Encrucijada emprendía la marcha, tras el encuentro, para cumplir con su estación de penitencia, las puertas de la parte trasera de la iglesia de San Francisco, abría sus puertas, para la salida de la hermandad de Las Penas.

 

Penas y Descendimiento

El Cristo de la Humildad y Paciencia, acompañado de Nuestra Señora de Las Penas, irrumpían en el centro de la ciudad, la popular Plaza de los Reyes.

PENAS-2

Dos imágenes preciosas, una en un paso y la otra en palio, vinieron a poner en valor el gran patrimonio artístico cofrade que tiene esta ciudad.

Ya en la madrugada, el Descendimiento. El silencio se hizo en las calles de Ceuta con la salida de las imágenes del Cristo del Buen Fin y María Santísima de la Concepción. La sobriedad, la seriedad y el estilo de la hermandad del Descendimiento también es un ejemplo de la gran Semana Santa ceutí. La salida del oratorio de la Santa Cruz, sencillamente impresionante.

Más en Semana Santa 2019