Maltrato animal

AGREVICE denuncia presiones para retirar los refugios gatunos

Casetas de gatos, aportadas por Comunidad Gatuna y controladas por AGREVICE (CEDIDA)

El colectivo lamenta que la ausencia de una reglamentación específica “anime a ese maltrato cuando debería ser todo lo contrario”

“¡Qué cansados nos tienen la miserable gente de esta ciudad con el tema de los gatos urbanos!”. Un lamento con el que arranca la denuncia de AGREVICE que en esta ocasión va dirigida al Área Funcional de Fomento de Delegación de Gobierno, que dirige Diego Martínez, que tiene como objetivo la liberación y recuperación de todo el litoral de la ciudad así como recuperar arena y espigones y parece que las zonas de refugio de los gatos urbanos no “casan” con los planes de Delegación. Y según AGREVICE, ha dado “un ultimatum” para que la asociación retire las casetas del Chorrillo.

Cabe recordar que buena parte de los 19 kilómetros de costa que tiene la ciudad, aproximadamente 7 de playas, dependen del Área Funcional de Fomento de Delegación de Gobierno.

Desde el colectivo animalista afirman sentirse desamparado por las instituciones en su ánimo de proteger a los gatos urbanos “Todo es malo para ellos, cobardes que solo se quejan de los animales y todo por un simple motivo. Nuestra administración local no los protege como debe hacerlo de todas esas personas que demuestran falta de empatía, desprecio y maldad contra ellos, con sus cuidadores, con sus voluntarios y con las asociaciones que los protegemos”, asegura AGREVICE.

Añaden, además que les hacen sentir “como delincuentes o gente loca” y lamentan la ausencia “de un reglamento” en materia de protección animal “coherente a sus necesidades” que supone que se “anime a ese maltrato cuando debería ser todo lo contrario”.

Desde la asociación animalista se cuestionan si “el buscado voto de todos los partidos locales de esas malas personas, es más importante que la vida de miles de animales domésticos que nunca se quejan, por mucho daño que les hagan”. Desde AGREVICE observan y sufren “una desidia” que ha desembocado “en la peor guerra en la calle” y lamentan que se les haga el vacío y les “olviden cada mes, en los plenos municipales”, donde ninguno de los grupos parlamentarios “se acuerda de ellos” y aseguran que para las administraciones “no son importantes, son animales que nadie llora”.