CUATRO CASOS LA SEMANA PASADA

Aumentan en Ceuta los casos de violencia en el entorno familiar y filio-parental

La pasada semana se ha detectado un incremento muy importante de casos de violencia en el entorno familiar y filio-parental en Ceuta. La cifra es preocupante ya que en tan sólo cuatro días se han producido idéntico número de casos. Las situaciones registradas han sido tanto de violencia de hijos hacia sus padres como entre hermanos

photo_camera El pasado día 29 se registraron tres incidentes de violencia en el entorno familiar en Ceuta/ C.A.

La violencia es un fenómeno preocupante. En primer lugar porque las consecuencias de la misma son o pueden ser muy negativas, en segundo lugar porque cada vez más se generaliza en diferentes contextos como forma de interrelación y de resolución de problemas y en tercer lugar porque desgraciadamente cada vez está más aceptado y normalizado su uso.

Pero si hablar de violencia en términos generales es complicado y dramático, hablar de violencia en el seno familiar, en un espacio íntimo y privado en el que se supone hay relaciones de afectividad, todavía llama más la atención y preocupa sobremanera. En los últimos años ha aparecido en España y también en otros países europeos y del resto del mundo, un nuevo fenómeno social, el de la violencia ejercida de los hijos hacia sus padres, el de la violencia filio-parental (VFP), explica la psicóloga María José Ridaura Costa en la presentación de un seminario sobre este problema

Los datos estadísticos-recogidos entre otros en la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2013, con 4.653 denuncias de violencia ascendente- revelan un preocupante incremento de la violencia ejercida por hijos adolescentes sobre sus progenitores. Continuamente aparecen en los medios de comunicación padres desesperados ante la impotencia de no poder controlar el comportamiento violento de sus hijos y buscando ayuda profesional para poder comprender lo que está sucediendo en sus vidas, así como para resolverlo.

Ceuta no es ajena a este gran problema y durante la pasada semana se ha detectado un incremento muy importante de casos de violencia en el entorno familiar y filio parental. La cifra es preocupante, ya que en tan sólo cuatro días se han producido idéntico número de casos. Las situaciones registradas han sido tanto de violencia de hijos hacia sus padres como entre hermanos. El día más crítico, según ha podido constatar este periódico, fue el pasado 29 de febrero. En esa fecha se produjeron tres sucesos de este tipo. El cuarto ocurrió el 2 de febrero. 

La visibilidad de los problemas de agresividad de hijos a padres apareció cuando los profesionales no estaban técnicamente preparados para dar respuesta a esta problemática, dice la psicóloga, aunque reconoce que una década después, la violencia filio-parental sigue siendo un problema social importante, que genera preocupación tanto en la sociedad en general como en el ámbito profesional y científico.

La violencia filio parental es un problema social emergente que va a más y por ello que se debe concienciar a ciudadanía, profesionales, administraciones y medios de comunicación, aseguran desde la Sociedad Española para el Estudio de esta problemática.

En la mayoría de los casos el problema de la violencia de hijos a padres es aprendido, por lo que se puede resolver desaprendiendo y reconstruyendo nuevos vínculos y relaciones afectivas, entienden los expertos. Hijos y padres se quieren y sufren por la situación y quieren que desaparezca la violencia, no que se pierda la relación. No se está ante un problema irreversible y crónico.

 

¿Qué hacer?

Un profesional consultado por este medio explica que cuando una persona manifiesta que está siendo maltratada o maltratado por un miembro de la unidad familiar debe poner los hechos en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad, para así poder empezar el proceso en el seno de la familia. 

Luego, la víctima, será derivada al profesional competente por si necesitase ayuda psicológica o de otra índole. Todo con el objetivo de poder ayudarle para que pueda retomar las riendas de su vida.

En el supuesto de que en el caso esté implicado un menor, las actuaciones se hacen más complicadas debido a lo complejo de este tipo de situaciones.