el jurista, recientemente fallecido, dará su nombre al campus universitario

La Ciudad y la Universidad rinden tributo a la figura de Olivencia

El campus universitario de Ceuta recibe desde hoy el nombre de Manuel Olivencia, el prestigioso jurista ceutí fallecido el pasado mes de enero. 

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photo_camera Momento del descubrimiento de la placa conmemorativa (J. CHELLARAM)

Apenas transcurridos seis meses de su fallecimiento, el jurista Manuel Olivencia ha recibido esta mañana el homenaje de su ciudad y de la universidad. Desde hoy, el campus universitario de Ceuta recibirá el nombre de quien fuera uno de los caballas más reconocidos.

El acto ha contado con la presencia de autoridades universitarias y miembros de la Asamblea y el Gobierno locales. En la ceremonia, celebrada en el campus universitario, han estado presentes familiares del fallecido, entre quienes se encontraban su hermano Francisco y su yerno, el político popular Javier Arenas.

En su intervención, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha recordado a Olivencia como un ciudadano ceutí ejemplar. “Era un ceutí en la lejanía que siempre se acordaba de Ceuta, que la defendía cuando la ocasión lo requería”, ha glosado el presidente.

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Olivencia y Ceuta

Pese a su nacimiento en Ronda, Manuel Olivencia se confesó siempre profundamente ceutí. Su relación con la ciudad se plasmó en un contacto permanente y estrecho. Fundador del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC), de cuya entidad fue Escudo de Oro, fue distinguido con idéntico galardón por la Cámara de Comercio Local y ejerció como patrono de la Fundación Premio Convivencia.

Criado en Ceuta, cambió su residencia muy joven para estudiar en Sevilla la carrera de Derecho. En 1953 se doctoró “cum laude” en la Universidad de Bolonia.

Olivencia fue el fundador de uno de los primeros bufetes de Derecho Mercantil creados en España y aquilató durante su dilatada trayectoria y sólido prestigio que le hizo acreedor a numerosos reconocimientos y logros profesionales. Fue decano de la facultad de Derecho entre 1968 y 1971, responsabilidad que también asumió al frente de la primera Facultad de Económicas y Empresariales, y comisario de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, cargo que abandonó meses antes de la inauguración de la muestra.

Además, Olivencia fue autor del conocido como “Informe Olivencia”, el primer código de buen gobierno redactado para el funcionamiento interno de las sociedades cotizadas en bolsa.

El abogado ceutí recibió entre otras condecoraciones las órdenes de Alfonso X el Sabio, del Mérito Militar, de San Raimundo de Peñafort y de Isabel la Católica, además de la Medalla de Oro de Ceuta y los títulos de hijo adoptivo de Sevilla e hijo predilecto de Ronda.