El Banco de Alimentos de Ceuta ha visto descender el número de sus beneficiarios en torno a las 5.000 personas en poco más de un año, una evolución que la directiva de la entidad atribuye, en gran medida, a los controles establecidos para garantizar una distribución de los productos más equitativa y evitar duplicidades en los repartos.
La entidad distribuyó a lo largo de 2015 un volumen de 374.500 kilos de alimentos, 217.000 obtenidos por sus actividades propias y el resto allegado por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).
El presidente del Banco de Alimentos ceutí, Pedro Mariscal, asegura que el descenso en la población beneficiada por su actividad –de las 12.000 personas en 2014 y 2015 a las 7.000 en el presente año- obedece a una mayor atención en el cruce de datos que identifican a los solicitantes y, también, a los efectos de una cierta mejoría de la economía. “Parece que se avanza en la salida de la crisis, pero en Ceuta todavía hay muchísima necesidad: la pobreza sigue ahí”, precisa Mariscal.
El Banco atiende a una quincena de asociaciones. Luna Blanca, Cáritas San José y Septem Solidaria fueron las que mayores donaciones recibieron de la entidad durante el pasado año.
El presidente del Banco celebra el trabajo desarrollado en lo que va de año, una labor que se traduce en unas cifras de alimentos gestionados que van camino de superar las registradas en 2015. Además, los almacenes de la entidad situados en Loma Colmenar y junto a las instalaciones portuarias acumulan en torno a los 100.000 kilos de alimentos. Está previsto que el FEGA aporte el próximo mes otros 43.100 kilos.
