Cruz Blanca ha desmentido al sindicato CCOO, cuyos responsables acusaban este jueves a la entidad religiosa de deteriorar el servicio de ayuda a domicilio a personas mayores. El sindicato acusaba a la dirección de adjudicar un domicilio más a cada gerocultor incrementando de este modo su carga de trabajo.
A través de un comunicado, la prestataria del servicio ha negado las imputaciones al tiempo que recuerda que la medida a la que hace referencia el sindicato afecta a sólo seis de los sesenta trabajadores en plantilla. “No afecta en modo alguno a la calidad del servicio prestado ni conlleva merma alguna para los usuarios del servicio”, sostiene la nota.
Cruz Blanca hace especial hincapié en replicar a las dudas que CCOO plantea sobre el uso que hace la entidad de los recursos públicos puestos a su disposición para la prestación del servicio. “”Cumplimos escrupulosamente con todas nuestras obligaciones legales, nos sometemos periódicamente a controles internos y externos, nuestras cuentas se encuentran auditadas anualmente y damos conocimiento de las mismas a las administraciones que subvencionan y contratan nuestros servicios”, objeta la entidad.
La dirección del servicio insiste en que Cruz Blanca respeta la defensa de los intereses de los trabajadores que asumen los representantes sindicales y se ofrece para poner a disposición del “comité de empresa, los sindicatos y restos de agentes sociales”.
