reflexiones sobre el peso del árabe ceutí en la vida cotidiana de la ciudad

El Día de la Lengua Materna trae a primer plano la controversia en torno al estatus del dariya

El dariya es la lengua materna mayoritaria en Ceuta. Empleada habitualmente por el 26,2% de los ceutíes, su reconocimiento institucional es objeto de controversia desde hace años. 

viandantes caminan por el Paseo del Revellín
photo_camera Viandantes caminan por el Paseo del Revellín (C.A.)

El Foro de Debate sobre la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias celebrado el pasado verano en Santiago de Compostela con el apoyo del Consejo de Europa llegó a una conclusión preocupante: siete idiomas con más de 250.000 hablantes se encuentran en España carentes de protección oficial con el consiguiente riesgo para algunas de ellas de desaparición. La relación incluía el aragonés del Pirineo oscense, el catalán de las comarcas orientales de Aragón, el bable, la fala extremeña, el caló, el tamazigh y, finalmente, el dariya o árabe dialectal que se habla en Ceuta.

En el Día Internacional de la Lengua Materna, que se celebra hoy, el debate en torno a la protección y oficialidad del dariya continúa generando fricciones y desencuentros en los ámbitos político y social. Esta polémica no puede ocultar, sin embargo, el peso del árabe ceutí en la vida cotidiana de la ciudad.

Un estudio publicado por el Instituto de Estudios Ceutíes en 2014 –“Los usos lingüísticos de la población de Ceuta: el español, el árabe y el beréber’- revelaba que el castellano era la lengua más utilizada en la ciudad (72%), frente al dariya (26,2%) que, sin embargo, se reputaba como la lengua materna mayoritaria entre los ceutíes (64,2%). El informe precisaba, además, que los españoles nacidos en Ceuta se identificaban con el castellano en un 75,4% y con el dariya en un 22,8%.

La controversia en torno a la relevancia que el dariya ha de tener en los ámbitos educativo, administrativo e institucional no es nueva ni parece que vaya a languidecer. Cíclicamente, el uso del árabe dialectal ceutí se convierte en arma arrojadiza entre las fuerzas políticas de la ciudad. El último episodio de esta vieja disputa se escribió el pasado mes de enero en el pleno de la Asamblea, cuando el PP rechazaba una propuesta de la oposición para proporcionar auxiliares de conversación de apoyo en su lengua materna a los alumnos de educación infantil que encuentran problemas para expresarse en castellano.

Los reproches entre quienes advierten una discriminación de los dariyahablantes y quienes rechazan que tal cosa exista suelen estar forjados sobre los mismos argumentos. Los primeros consideran que la resistencia a reconocer los derechos de quienes hablan dariya esconde una actitud prejuiciada hacia los ceutíes de origen árabe. Los segundos acusan a los anteriores de promover el enfrentamiento entre culturas en una sociedad que, según su juicio, tiene en la convivencia cotidiana entre comunidades su más preciado baluarte.

La ausencia de rótulos en árabe en las calles puede llamar la atención en una ciudad en la que, tal y como revelaba el estudio del Instituto de Estudios Ceutíes, el 64,2% de los ceutíes tienen el dariya como lengua materna. Pero la oficialidad del dariya es una cuestión que se ha constituido en tabú para las autoridades locales y estatales. Esta renuencia a otorgar tal reconocimiento al árabe ceutí ha encontrado aliados en el Gobierno central, no siempre bajo la administración del PP, desde muy antiguo.

En 2010, la Secretaría de Estado de Cooperación Territorial emitía un vastísimo dictamen sobre la situación lingüística en España. Aquel informe argumentaba por qué el dariya no podía beneficiarse de la consideración que sí se reconoce a otras lenguas del país.  “El dariya es una lengua que surge en Ceuta como lengua proveniente de una inmigración y, por lo tanto, de acuerdo con la Carta Europea no puede ostentar la consideración de lengua regional o minoritaria", sentenciaba.

Aquellas conclusiones, que no parecían tener en cuenta la condición de nacionales españoles de los dariyahablantes, no pusieron fin, ni de lejos, a la controversia.

Y es que el debate en torno al dariya encuentra numerosas derivadas, entre las que no resulta menor el impacto del actual estatuto de esta lengua en Ceuta sobre el fracaso escolar.

El pasado mes, el Consejo Escolar del Estado planteaba la necesidad de brindar una atención específica, con más medios y profesores, a los estudiantes cuya lengua materna es el dariya, en Ceuta, o el tamazight, en Melilla. Las autoridades educativas de la Ciudad sostienen, sin embargo, que no existen datos que avalen la existencia de una relación entre el fracaso en la escuela y las dificultades que puedan encontrar los niños que hablan dariya para adaptarse a una educación impartida exclusivamente en castellano.